Ni una disculpa para enfermera
La enfermera Carolina Ureña Jiménez es un verdadero ejemplo de lucha y coraje, ya que ni siquiera un terrible accidente de tránsito, que la dejó en cama, ha podido quitarle las ganas de vivir y salir adelante.
El percance que le cambió la vida a esta luchadora, de 31 años, ocurrió el 5 de febrero del 2019 y le dejó serias secuelas en su cuerpo y también una gran herida en el corazón, pues en ese accidente perdió la vida su papá, Pedro Ureña Romero, de 58 años.
“La vida nos cambió a todos. Debido al accidente ella quedó imposibilitada en un noventa por ciento de sus capacidades, no habla, no se mueve, hay que cambiarla y darle de comer, ya no es la Carolina que era antes”, dijo la mamá María Eugenia Jiménez.
El accidente ocurrió poco después de que don Pedro recogió a Carolina en el hospital San Juan de Dios, ya que ese día ella salió de trabajar a las 10 p.m. Ellos se dirigían a su casa en Hacienda Vieja de El Guarco, en Cartago.
La tragedia los alcanzó en La Lima de Cartago, pues el carro en el que viajaban fue chocado por un camión de la empresa Gas Tomza, cuyo chofer calculó mal la distancia a la hora de ingresar a las instalaciones.
Don Pedro murió de forma instantánea, mientras que Carolina quedó gravemente herida, incluso los médicos llamaron a sus seres queridos para que se despidieran de ella, pues pensaban que no iba a pasar de esa noche, pero la joven se negó a perder la batalla.
Dos meses en coma. Doña María Eugenia contó que Carolina pasó dos meses en coma, pues fue hasta el 5 de abril de ese año que se les hizo el milagro y ella despertó, pero lamentablemente ya no era la misma.
Desde ese día Ureña se esfuerza a diario por recuperar un poco de la vida que tuvo antes del accidente, y para eso cuenta con el apoyo de su familia.
“Mi hija es un ejemplo para los demás por su espíritu, valentía, coraje y carácter, los cuales le han permitido seguir adelante. Antes del accidente era una mujer de carácter fuerte, independiente, luchadora y sin duda alguna esto se refleja en la recuperación, esa lucha y ese deseo de seguir viviendo y esforzarse en las fisioterapias neurológicas, que aunque le duelen, vemos ese avance”, contó su mamá.
Recuperación. Pese a las ganas y el empeño de Carolina, su recuperación es lenta, pero sus seres queridos no pierden la esperanza de que Dios haga nuevos milagros en ella.
“Su recuperación ha sido muy lenta y uno quisiera tener más cambios, que ella estuviera hablando o caminando, pero no es así. El pronóstico era estado vegetativo, sin embargo, su recuperación se ha visto y uno con la fe en el Señor desea que se recupere.
“Ella entiende todo porque está muy consciente, se comunica por medio de señas o pala
bras con nosotros y nosotros le entendemos”.
Jiménez dijo que durante estos casi dos años han aprendido mucho de Carolina, pues cuando les han faltado las fuerzas ella ha sido ese soporte para no dejarse vencer.
Ni una llamada. Jiménez dijo que les ha dolido mucho que desde el día del accidente ni el chofer sospechoso, apellidado Rodríguez Rojas, ni la empresa, los ha llamado para darles el pésame por su esposo o preguntar por la salud de Carolina.
“El proceso judicial ha sido lento porque se requiere revisar pruebas y con la pandemia el juzgado estuvo cerrado muchos meses lo que no permitió que el proceso continuara”, dijo.
La Teja consultó al Ministerio Público sobre el avance de este caso y esto respondieron:
“Para la semana anterior estaba programada una diligencia de reconstrucción de hechos, sin embargo, debido a un asunto ajeno a la Fiscalía, esta tuvo que ser suspendida, no obstante, este despacho coordinará una nueva fecha”.
La Fiscalía añadió que Rodríguez es investigado por los delitos de presunto homicidio culposo y lesiones gravísimas.
La mamá de Carolina dijo que lo único que desean es que se haga justicia para su esposo y su hija, y de alguna forma conseguir ayuda económica para darle una mejor calidad de vida a la muchacha.
No podemos perder la fe en Dios, a veces como humanos flaqueamos y caemos, pero nos volvemos a levantar apoyándonos el uno al otro para ayudar a Carolina a salir adelante”.
María Eugenia Jiménez
Mamá de Carolina