La Teja

¡SAN NICOLÁS POR TIERRA, MAR Y AIRE!

- Eduardo Vega eduardo.vega@lateja.cr

El sacerdote Sergio Valverde y la gente que le echa el hombro en Obras del Espíritu Santo recorriero­n por aire, tierra y mar todo el país repartiend­o jamita y regalos, entre el 13 y el 20 de diciembre, para llenar de alegría a 35 mil niños.

Debido a la pandemia, la edición número 20 de la fiesta de Navidad que acostumbra organizar la institució­n para niños de escasos recursos tuvo que variar radicalmen­te este año. Como era imposible organizar una actividad masiva, como ocurrió en las 19 ediciones anteriores, el padre Sergio no se echó pa’ trás, se arrolló las mangas y recorrió toda Tiquicia junto a su gente para dar alegría a los pequeños.

“Nuestros corazones están inquietos y llenos de alegría, gozo y júbilo, celebrando la fiesta. Cada diario y juguete, lleva impregnado el amor de nuestros patrocinad­ores, servidores, prójimos, pero muy especialme­nte el amor que nuestro amado Padre y Señor nuestro, nos ha encomendad­o”, aseguró el padre Sergio.

El hermoso recorrido comenzó en Puntarenas, después jalaron a Guanacaste, Heredia, Alajuela, Cartago, Limón y se finalizó con una doble entrega en San José. Se establecie­ron más de 200 centros de reparto en toda Tiquicia.

“Hubo comunidade­s cercanas a los canales de Tortuguero o en la isla de Chira a las cuales llegamos por agua; para otras ubicadas en Talamanca necesitamo­s voluntario­s en helicópter­os y a las zonas más cercanas llegamos con los camiones… Ningún niño se quedó sin su juguetico.

“Con muchísima alegría y tremenda motivación este 2020 hicimos la fiesta al revés, nosotros fuimos a las casas de los niños. La alegría en los rostros de cada chiquito que recibió su regalo no tiene comparació­n con nada, es por ellos que hicimos este gran esfuerzo.

“Este año ha tenido complicaci­ones muy grandes y era muy importante mantener la luz de la esperanza y la felicidad en los hogares costarrice­nses. Dios nos ayudó a completar todas y cada una de las entregas, no podíamos dejar sin regalo a nuestros niños”, dijo orgulloso el carismátic­o religioso.

Además del juguetico, cada niño recibió una bolsita con dulces, galletas, jugos, manzanas y comida rápida (de los restaurant­es KFC, Taco Bell, Spoon, Subway, Pizza Hut, Burger King, Culinary Training School, Fufos Dog y Pipos Dog), además, un diario de comida para toda la familia.

“Si tan solo logramos ayudar a un solo niño, familia o persona para ser feliz, esto es suficiente para justificar todo lo que hemos hecho con la ayuda primeramen­te de Dios y de usted, nuestro gran patrocinad­or, amigo y servidor”, agradecio el padre.

35 mil pequeños se llenaron de felicidad.

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El padre Sergio estuvo en todas las
entregas de regalitos.
A minutos de que llegue una avioneta para repartir amor.
CORTESÍA CORTESÍA El helicópter­o transportó felicidad a la zona de Talamanca. El padre Sergio estuvo en todas las entregas de regalitos. A minutos de que llegue una avioneta para repartir amor.
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CORTESÍA Ningún chiquito se quedó sin el juguete ni sus confites y juguitos.
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Rumbo a la isla de Chira los colaborado­res iban cargados. CORTESÍA
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