CANALES MISTERIOSOS EN EL CIELO
Vimos algo que se movía de norte a sur, constante. No era un avión, soy piloto y sé muy bien distinguir un avión”.
Tirso Canales Piloto comercial
Tirso Canales es un tico-salvadoreño que trabaja como piloto comercial, con 31 años de experiencia en los aires. En su larga carrera ha visto de todo, por eso cuando escucha historias de avistamientos de ovnis lo ve como lo más normal del mundo.
Canales vuela desde 1989, con viajes entre Centroamérica y Norteamérica y últimamente a Vietnam y otros países asiáticos.
Don Tirso compartió con La Teja tres avistamientos que ha tenido de tres objetos desconocidos.
–¿Cuáles han sido esas experiencias con ovnis?
Este año, antitos de la pandemia entre enero y febrero, tuve dos. Una vez iba de Vietnam a China, yo siempre trato de mirar hacia afuera cuando voy en cabina, me gusta ver las estrellas para distraerme, los vuelos son aburridos de madrugada. Iba con un capitán vietnamita.
“Me voy a dormir, te dejo el control” me dijo. En Vietnam, cuando uno va a China pasa cerca de Sanya (ciudad de la isla Hainan de China) y cuando el controlador me iba a dar el paso sobre Sanya miré al lado derecho hacia arriba y había una estrella y cuando la estaba viendo se desapareció.
–¿No es algo muy común?
Me dije, “mirá, qué vacilón” y en el plan de vuelo lo apunté por si acaso tenía que tomar algo de referencia. Fue la primera vez que lo vi en el viaje y me dije, “debe ser que estoy viendo mal” al ratico, la vuelvo a ver y se volvió a apagar. Era un un objeto volador no identificado.
–¿Y el otro?
Fue en un vuelo al norte de Japón, venía hablando con un capitán panameño, la noche estaba estrellada y vi una en particular y dije, “mirá, cómo brilla” y puff… desapareció, pero desapareció como los teles de antes que cuando se apagaban quedaba como un
puntico.
–¿De este lado del mundo ha visto algo?
Saliendo de la costa oeste de Estados Unidos hacia Centroamérica, el 22 de febrero del 2003 en un Taca 561. Debe saber que muchos vuelos salen de madrugada. Venía con un capitán de mucha experiencia. Salíamos de San Francisco y como a una hora al norte de Los Ángeles, ya entrando al espacio aéreo mexicano, se unieron tres vuelos, uno iba para El Salvador, otro para Guatemala y otro para San José, todos estaban usando la misma aerovía.
En un lugar que se llama Mexicali y más al sur, en Punta Peñasco, tenía que volar hacia la izquierda y le dije a Harry (el capitán) ‘vea eso’. Era una luz que brillaba mucho, con una intensidad que era más brillante que una estrella. Me dijo que era una estrella, pero no era una estrella, uno sabe.
– ¿Qué pasó?
Que no era una estrella, a nivel de vuelo y por la posición no lo era. Tenía el objeto más atrás del hombro izquierdo y lo tuvimos en esa posición desde el espacio aéreo mexicano hasta cuando llegamos al espacio aéreo de Guatemala y como a las tres horas de vuelo le dije al capitán “vea, Harry allí está la luz todavía” y seguía diciendo que era una estrella (con el movimiento del avión se hubiera dejado de ver). Los otros pilotos (de los otros dos vuelos) decían que veían algo al norte, pero los centros de control son discretos, solo decían que no tenían nada en los radares.
– ¿Por qué no podía ser una estrella?
Por el brillo de la luz, las estrellas hacen el tinguineo, no tenía la distorsión y se mantuvo constante al mismo nivel, no varió mucho la posición, como de 2 a 5 de la mañana y lo apunté en el plan de vuelo. Mucha gente no le da pelota.
– ¿Usted qué cree que vio?
No lo puedo decir, trato de hacer siempre una observación y ver si hay nubes o no. En esta última puedo garantizar, cien por ciento, que estaba totalmente despejado y las estrellas no dejan de brillar. Lo que haya sido no sé, pero no era una estrella. Para mí era una nave y las otras dos eran de las llamadas caneplas, es tecnología que usan ellos.
– ¿Usted cree que hay vida fuera de la Tierra?
Sí, lo creo. A nivel de pilotos puede haber una proporción de cincuenta por ciento que cree y cincuenta por ciento que no cree. Me interesé en el tema desde el 97 cuando leí un libro que se llamaba el Triángulo de las Bermudas.
– ¿En tierra ha tenido alguna experiencia?
-Sí, en un cumpleaños de mi hijo, un 31 de diciembre, estaba con la familia afuera de la casa. Vimos algo que se movía de norte a sur, constante. No era un avión, soy piloto y sé muy bien distinguir un avión. Saqué una foto, pero de mala calidad.