Silencio sepulcral en Chepe
Este domingo 27 de diciembre no sonaron los timbales ni hubo mujeres bellas meneando sus caderas como parte de las comparsas en el centro de Chepe.
La alegría que tradicionalmente ofrece el Carnaval de San José no se pudo vivir este año por culpa de la pandemia y eso lo lamentó mucho Luis Angulo, dueño de la comparsa Latin Sound, de Concepción Arriba de Alajuelita, que cada año espera esta actividad para lucir a su agrupación con los trajes, el pegajoso ritmo y sus esculturales bailarinas.
Para los 250 integrantes de esta comparsa el 2020 ha sido un año muy duro con más de ocho meses sin menearse.
“Fue como que nos dieron por la cabeza bien duro, porque meses antes (del Carnaval) siempre estamos programando el traje nuevo, pero todo quedó varado. Al escuchar la noticia que no habría Carnaval este año imagínese lo duro que fue porque estábamos muy ilusionados”, lamentó Luis.
Y es que el carnaval josefino representa para las comparsas su mejor exposición a nivel nacional.
Desde el 15 de marzo este grupo se quedó sin hacer presentaciones privadas.
“Ya había mandado a traer las plumas y por lo menos la mitad de las telas de los trajes nuevos, pero se paró todo. Nosotros decíamos que esto (la pandemia) iba a pasar en tres meses, como pensaba todo el mundo, pero los planes se vinieron abajo”, mencionó.
Luis comentó que solo un espaldero cuesta unos 375 mil colones, ya que todo el material es traído de afuera. Además los trajes los suelen hacer diseñadores profesionales, ya sean ticos, panameños e incluso una argentina.
Sin entraditas. Lo que más le duele al dirigente de Latin Sound es que muchos de sus integrantes dependen de las presentaciones privadas y especialmente en estas fechas de fin y principio de año porque algunos aprovechaban esa platica adicional para comprar sus regalos de Navidad.
“Tal vez no tuvimos pérdidas, pero sí se dejó de ganar por todo lado. Todos perdemos, pierden ellos (los diseñadores), uno como dueño, los chicos que bailan y los músicos, porque la mayoría agarraba el dinero que ganábamos en estas fechas como un aguinaldo”, dijo.
Luis explicó que en una temporada normal de diciembre, el grupo solía tener entre 60 y 70 eventos en un fin de semana, por lo cual tenían que dividirse en 10 u 11 equipos.
En noviembre vieron un po
quito la luz cuando se les permitió volver a hacer presentaciones, pero si acaso han sido dos o tres por sábado y debido a las nuevas medidas de protocolo sanitario solo pueden asistir de 6 a 10 integrantes, dependiendo del tamaño del lugar.
“Yo tengo un grupo de chicos que viven en mi casa y ellos dependen completamente de lo que hacen en la comparsa, como yo tengo un salón de belleza (Conce Arriba de Alajuelita) ellos me ayudan. También nos pusimos a vender queso, huevos y leche agria para salir adelante estos meses”, contó.
También se quedaron sin salir en el Festival de la Luz de San José y en el de Pérez Zeledón, así como, en el carnaval de Palmares, cuyas fiestas también fueron canceladas.
El mejor de todos.
La comparsa Imperio del Sabor, de Alajuelita centro, es otra que desde hace 20 años asiste al carnaval de San José de forma ininterrumpida, pero desde que inició la pandemia ni siquiera han ensayado.
A sus 85 integrantes no les quedó más que conformarse con ver sus trajes en el ropero. Y casualmente el sábado estuvo lleno de nostalgia para ellos, pues recordaron lo mucho que disfrutaron el año pasado mientras recorrían las principales calles de Chepe con sus bailes.
“Con lo que el grupo generaba en el año durante los eventos, de ahí se sacaba todo para el vestuario y el trasladado para el carnaval de San José, que para nosotros es el mejor, pero este año nos ha golpeado mucho en lo económico y también en el ánimo”, mencionó su dirigente Gustavo Pérez, a quien le tocó ponerse a uberear.
Tanto dirigentes como bailarines y músicos están deseando que con la llegada de la vacuna todo suene mejor para el 2021.