Presa por cumplir voluntad de difunto
Una mujer subió las escalinatas de El Castillo, la construcción principal de Chichén Itzá, en México, para cumplir la última voluntad de su esposo: esparcir sus cenizas desde las alturas del templo maya.
Los hechos ocurrieron el domingo 3 de enero.
Burlando las medidas de seguridad, la mujer subió las 91 escalinatas para llegar a la cumbre del templo de Itzam Yeh (icónico castillo ubicado en la plaza principal del sitio), abrir una urna y esparcir por los aires las cenizas de su esposo fallecido.
Al mismo tiempo que la mujer llegaba a lo más alto del Castillo de Chichén Itzá, la gente, curiosa, le gritaba que si continuaba podrían llevarla a la cárcel ya que es un delito federal violentar las normas de las zonas arqueológicas.
Para conservar el patrimonio prehispánico del estado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) prohibió subir a los templos (salvo excepciones) desde el año 2008. Por ello, lo que hizo la mujer despertó no solo curiosidad y risas entre los presentes, sino preocupación, ya que podía caer desde las alturas.
Por la acción, la mujer fue bautizada en redes sociales #LadyKukulkán. Kukulkán es el nombre del dios maya identificado com la serpiente emplumada.
Del templo a la Policía. Al bajar las escalinatas con mucha dificultad, la mujer fue puesta a disposición de las autoridades del municipio de Pisté, Yucatán, localidad donde se encuentra Chichén Itzá, para que comparezca ante la autoridad competente por lo que hizo.
Esta “violación a las normas del sitio arqueológico” constituye “una infracción a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, por lo ya fueron citados a que comparezcan al jurídico del INAH los responsables”, señaló José Arturo Chab Cárdenas, jefe del Jurídico del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Yucatán.