“Espero estar en las Grandes Ligas”
El beisbolista costarricense Jake Pérez es de esos afortunados que no olvidarán el 2020, gracias a que consiguió el gran sueño de su vida.
Durante más de un año, este josefino vivió lejos de su familia, “encerrado” en una academia en República Dominicana en donde hasta contrajo coronavirus, pero todo eso quedó de lado el 14 de octubre, el mejor día de su vida.
Aquel miércoles, Jake firmó un contrato como prospecto con los Padres de San Diego, una de las 30 organizaciones que forman la Major League Baseball (MLB), la mejor liga de béisbol del mundo y en la que cualquiera que juegue este deporte, sueña llegar.
Este diciembre fue muy diferente para Pérez, porque a diferencia del anterior pudo pasarlo junto a su familia en su casa en Plaza González Víquez.
Gracias a los chineos de su mamá se comió un tamalito, de los que se declara fanático, y hasta se dio el gusto de ver a Alajuelense campeón (y eso sí estaba rudo).
“Ha sido un diciembre muy diferente a los demás, nadie sabía que venía para Costa Rica, solo a mi mejor amigo que fue quien me recogió en el aeropuerto, pero mi mamá no sabía, yo le caí de sorpresa y hasta me preguntó qué hacía ahí”, dijo.
Gran paso. Jake ya dio el paso más difícil, que era que alguien se fijara en su talento, por lo que a partir de ahora, todo depende de él.
“Fue bastante difícil, hubo momentos en que pensé rendirme, porque la pandemia no nos dejaba hacer prácticamente nada, en un año atípico, muy complicado, esto llegó para impresionar a todo el mundo, pensábamos que no había posibilidades porque no podíamos ni jugar.
“Al final gracias a Dios pude cumplir mi sueño en un año muy extraño, pero para mí ha sido el mejor porque pude lograr esto, será un año que estará marcado por ambas cosas, estoy muy feliz, tuve coronavirus, por dicha no fue tan fuerte, tuve dolor de cuerpo como dos días, perdí el olfato y el gusto, pero luego seguí entrenando”, comentó.
A finales de este mes, Jake volverá a Dominicana a jugar una liga en la que sacarán a los mejores jugadores para mandarlos a los Estados Unidos, motivo por el que no descansa y mucho menos piensa en vacaciones.
“Ya ahora esto no depende de nadie más, antes de la firma sí necesitaba que vieran mi talento, pero ahora es de mi esfuerzo y de mi trabajo y a seguir para adelante, yo sí te digo que con la ayuda de Dios y todo el sacrificio yo me veo en Grandes Ligas en tres o cuatro años”, lanzó.
Sin descanso. Más de uno puede pensar que estando en Tiquicia, con la familia y ya con la firma en la bolsa, se iba a relajar unos días, pero al contrario, ahora le tiene que poner más que nunca, por eso va regularmente a entrenar al estadio de béisbol Antonio Escarré, el cual queda frente a su casa.
Para ir a practicar junto a Elpidio Serrano, su entrenador dominicano, solo tiene que cruzar la calle, eso es fácil, pero la exigencia es muy alta.
“La calidad de mis compañeros me ha sorprendido, cuando vi que no se falla un rolling (pelota bateada y rastrera), que todos le dan durísimo a la bola, yo me dije ‘aquí hay competencia, yo tengo que ponerme a su nivel’.
“Nuestros ‘coaches’ nos dijeron que venía un 2021 complicado porque teníamos que demostrar de qué estábamos hechos, por lo que nos estamos preparando”.
Afortunadamente, su entrenador tiene una caja de bateo en un establecimiento del que es dueño, que se llama Baseball City, que está de la Clínica Bíblica en San José, 350 metros este, por lo que Pérez también va todos los días a entrenar ahí.
“Elpidio fue una parte fundamental de esa firma, fue de las personas que me ayudó a irme a Dominicana, él siempre está ahí para mí, es alguien que quiero muchísimo”.
Jake tiene otra misión, demostrar que un costarricense puede llegar al más alto nivel en un deporte no tradicional aquí e inspirar a muchos con su historia porque los sueños, con esfuerzo, se vuelven realidad.