Torbellino revolvió el almuerzo
Don Jorge Zamora Herrera, su esposa y su hija, de 18 años, se llevaron el susto de sus vidas cuando pasaron a un restaurante en Heredia, pues esta decisión los llevó a estar a escasos 20 metros de un enorme torbellino.
El hecho, que quedará para siempre en la memoria de don Jorge, ocurrió pasadas las 5 de la tarde del sábado en Mercedes Norte de Heredia, específicamente en el bar y restaurante Malibú.
“Estábamos viendo a unos niños jugando en un lote baldío, cuando nos dimos cuenta esos chiquitos salieron en carrera y de un momento a otro se empezó a formar un torbellino que levantó un montón de polvo”, detalló.
Zamora contó que a todos en el restaurante se les paró el pelo, solo unos pocos, entre ellos su hija, tuvieron chance de sacar sus celulares para grabar el torbellino.
“Yo nada más acaté a agarrar a mi esposa y a mi hija para luego meternos en la cocina del restaurante. Mi esposa vivió tornados estando en los Estados Unidos y lo que me decía ella era que teníamos que agarrarnos a algún carro, de verdad fue impactante”.
Don Jorge detalló que con la misma velocidad que se formó así fue como se disipó el remolino. Añadió que para él y su familia fue una experiencia como sacada de una película.
“Ahí lo que hay es un fútbol cinco al que le levantó algunas latas y las ráfagas también botaron un tanque de agua, pero las casas no resultaron muy afectadas”, describió don Jorge.
Dayanne Contreras, de la central de Bomberos, dijo que un grupo de rescatistas hicieron una revisión en la zona y solo reportaron algunas casas con daños leves y tendido eléctrico que estaba a baja altura y cayó en la calle.
Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), estos fenómenos pueden presentarse en cualquier parte del país y su formación depende mucho de las condiciones del viento y la temperatura, que suelen ser más favorables en la época seca.
Los torbellinos ocurren cuando una columna de aire sale de las nubes en dirección a la tierra, a velocidades muy altas. Cabe destacar que en Costa Rica no ocurren tornados, solamente torbellinos que, gracias a Dios, tienen un tamaño muy por debajo de los que se ven en países como Estados Unidos.