“No es usted, soy yo”: Así nace el dolor en el amor
“No es usted, soy yo”: Así nace el dolor en el amor. Dicha expresión hace referencia a expresiones de afecto, donde se habla de vinculación, pero a la vez de confusión, pues en sí misma, imposibilita poder construir dicha relación, ya que la persona no tiene certeza de qué quiere o cómo lo quiere. Cuando las dudas son la norma, la incertidumbre es la base. Una estructura de relación que no permita definir en el tiempo, ¿qué somos?, ¿hacia dónde vamos?, ¿por qué estamos juntos?, ¿qué es lo que realmente queremos?, construye una base muy frágil en cualquier relación. Si alguien no sabe qué quiere o cómo lo quiere lo tiene que mover a la reflexión. Hacer una apuesta por una relación, sin certeza y convicción, lo pone en un esquema emocional confuso. las dudas sistemáticas, dañan la esperanza y lo mantienen sujeto a la frustración.
–¿Cómo tener confianza en una propuesta confusa? Cuando se ama se está en la obligación de estructurar un compromiso claro, firme, que permita tener una experiencia constructiva y positiva. esto del “no sos vos, soy yo” hace que todo vaya cuesta está arriba, ya que la comunicación, la expresión de afecto, la planificación, la flexibilidad y la naturalidad se complica.
- la realidad se impone. olvidando que desde las primeras etapas de la relación estaba con una persona que decía que la quería mucho, pero que no podía estar en la misma frecuencia se origina un desgaste en un proceso de convencimiento para que la otra persona deje las dudas y asuma la relación. esto evidentemente no está bien porque una relación debe estructurarse desde la convicción individual, la certeza de que la otra persona se expresa con decisiones firmes claras y sin dudas. Habrá momentos en los que se deba que negociar y resolver diferencias como parte normal de una relación, pero esto nunca opera sobre la duda y se debe definir si quieren o no estar juntos.