Chichacaldosa, una genialidad
Puriscal es una tierra famosa por los chicharrones que le hacen agua la boca a más de un vegetariano y son una delicia con yuca o platanito sancochados y limón.
La Chicharronera Puriscaleña tomó su nombre de esa fama y, en lo peor de la crisis del covid-19, echó mano de la creatividad para sorprendernos.
Marcos Torres, el dueño del negocio, nos cuenta que luego de que cerraran los comercios para evitar posibles contagios, su empresa se vino abajo y empezaron a buscar opciones para subsistir.
“Solo podíamos vender en horarios reducidos y
por servicio exprés, entonces empezamos a analizar qué productos innovadores podíamos hacer para llamar la atención de la gente. A mi esposa, Yuliana Acosta, le encantan las caldosas normales, esas en las que echan ceviche en una bolsa de picaritas, y se le ocurrió hacer una de chicharrón”, explica.
¡Booom!, nacía la chichacaldosa.
“Duramos como tres días haciendo pruebas porque queríamos darle el toque exacto. Al principio (mayo del 2020) agarramos la bolsa de picaritas y le echamos el chicharrón, yuca, limón y bastante pico de gallo para que no quedara seca. Pero se sentía bastante el sabor del limón y se hacía pesado, entonces agregamos un poco de vinagre y salsa de tomate hasta que logramos lo que andábamos buscando. A algunas personas les gusta ponerle también mayonesa, pero ya eso es gusto de cada bien, la receta original no la lleva”, dice Marcos.
Curiosidad ayudó. Cuando sintieron que el nuevo platillo estaba listo lo incluyeron en el menú y la curiosidad de la gente lo convirtió en un salvavidas en media crisis.
“Los clientes nos decían sorprendidos ‘¿cómo que una caldosa de chicharrón?’ y la pedían para probarla. Así fue como se dio a conocer y por dicha gustó bastante. Podemos decir que la chichacaldosa nos ayudó a subsistir durante el tiempo más fuerte del cierre comercial de la pandemia y aún hoy es muy pedida porque la gente la ve como una entrada, un antojo bien rico para acompañar un plato fuerte, que puede ser el chifrijo o el vigorón, que siguen siendo nuestros platos más buscados.
La empresa tiene kioscos en Terramall, en La Unión; en Zona Centro, en Desamparados y en el centro comercial Monte General, en Pérez Zeledón. Claro, por la pandemia todos estaban prácticamente cerrados.
“Pusimos una ventana para pedidos exprés en Sabana sur, en la casa de mi papá, que también se llama Marcos Torres. Ya en noviembre reabrimos los kioskos con la novedad de la chichacaldosa y es muy vendida”, dice Marcos.
Pero antes de la reapertura también tuvieron que hacerle mente a cómo entregar el producto sin que perdiera frescura e idearon empacar todo por separado. De lo contrario las picaritas iban a llegar suaves y todo hecho un revoltijo.
Muchos copiones. La idea resultó tan exitosa que un montón de negocios la han copiado, pero eso no desanima a Marcos.
“Eso lo que confirma es que es un buen platillo y que fue una excelente idea inventarlo; sin embargo, el secreto está en la preparación del chicharrón, por eso la de nosotros es la de mejor calidad”, dijo riendo.
Y es que en cómo prepararlos se las saben todas, la receta ha pasado de una generación a otra desde hace un buen tiempo.
Marcos cuenta que el primero en el negocio fue su abuelo Gonzalo Torres, quien empezó a participar en ferias y fiestas con productos que llevaban chicharrón, como vigorones, por ejemplo.
“Mi papá siguió los pasos de mi abuelo y siguió vendiendo los chicharrones con la misma receta y además incorporó al negocio los churros, algodones de azúcar, palomitas y otras cosas, actualmente en los kioskos manejamos todos esos productos”, explica.
Las chichacaldosas valen ¢1500 y si usted quiere probar una de las originales y ver las otras delicias que ofrece la chicharronera puede ir a la página de Face Chicharronera Puriscaleña.
La mayoría de personas que la pidió la primera vez la siguió pidiendo”.
Marcos Torres
Empresario