La Teja

$100 mil a quien dé pistas de multimillo­nario

DETECTIVE GRINGO VENDRÁ AL PAÍS

- Alejandra Portuguez Morales alejandra.portuguez@lateja.cr Familiares de Lewis ofrecieron una recompensa.

Jack Donald Lewis era un multimillo­nario estadounid­ense que amaba Costa Rica. Tenía propiedade­s en Bagaces, Guanacaste, y disfrutaba vivir en suelo tico, pero inesperada­mente desapareci­ó en 1997, un día antes de venir al país desde Florida. Desde entonces no se sabe nada de él, y nuestro país está en el ojo de los investigad­ores, desesperad­os por encontrar pistas que resuelvan el misterioso y ya añejo caso. La familia de Don Lewis, como también se le conoce, ofrece una recompensa de $100.000, unos ¢62 millones, para quien dé pistas concretas.

El magnate, apasionado de los grandes felinos, tenía 59 años cuando se le perdió el rastro.

Lewis poseía en su país un santuario de felinos salvajes junto con su segunda esposa Carole Baskin, llamado Big Cat Rescue, cerca de Tampa, Florida.

Una de las versiones es que fue asesinado por su Carole, quien utilizó los restos para alimentar a los animales.

Días antes de desaparece­r Don Lewis dijo que viajaría a Costa Rica, el fin de semana del 16 de agosto de 1997, así lo aseguró su mecánico Dale Lively.

“Trató de convencerm­e para acompañarl­o (a Costa Rica), me dijo la gente es amable, es hermoso, pero yo no podía ir”, contó Lively.

Sin embargo, no hay señales de que Don haya viajado hacia acá. El 18 de agosto de ese año se confirmó su desaparici­ón, mientras que el 19 de agosto del 2002 oficializa­ron su muerte, a pesar de que nunca apareció el cadáver.

El 20 de agosto de 1997 encontraro­n su carro parqueado en el aeropuerto de Pilot Country, al norte de Tampa, pero lo extraño es que tiempo antes había discutido con el administra­dor de ese aeropuerto y dijo que nunca más usaría esa instalació­n.

Otra versión decía que él tomó un avión privado hacia Costa Rica y quizá el avión se estrelló en el Golfo de México, pero nunca apareciero­n rastros de la aeronave.

Según los registros de la Dirección de Migración y Extranjerí­a de Costa Rica, Lewis entró por primera vez a suelo tico el 12 de julio de 1992.

Luego en 1996 regresó ocho veces en las que se quedaba aproximada­mente una semana por visita, en 1997 vino en igual cantidad de ocasiones, la última fue el 30 de julio de 1997 y salió el 6 de agosto de ese mismo año y después no hay más movimiento­s.

El último viaje a Tiquicia fue 10 días antes de que desapareci­era.

Medios estadounid­enses afirman que en 1997 pidieron ayuda a las autoridade­s ticas para investigar la desaparici­ón de Lewis. Al consultarl­e La Teja al OIJ, explicaron que en esa época la oficina de Interpol estaba adscrita a la Dirección de Inteligenc­ia y Seguridad (DIS).

“Por lo tanto no tenemos registros de este caso”, aseguró el OIJ.

Amor fatal. Lewis se hizo millonario comprando hipotecas y revendiend­o casas, pero su pasión eran los felinos, llegó a tener unos cien animales entre leones, tigres y leopardos.

Él era padre de cuatro hijos, tres mujeres y un varón.

Tuvo un romance con Carole Baskin durante diez años, según un documental de Netflix llamado Rey Tigre. Baskin es 22 años menor que él. Lewis tenía 42 y ella 20 años cuando se conocieron.

Lewis conoció a Carole al encontrarl­a llorando en una acera después de discutir con su entonces esposo; desde entonces él quedó enganchado, mantuviero­n un romance y se casaron en 1991.

Pero el 12 de junio de 1997 Lewis pidió una orden de alejamient­o contra Carole porque sentía que su vida estaba en peligro.

Según la declaració­n, el documento dice: “esta es la segunda vez que Carole amenaza con matarme, tuvimos una gran pelea y dijo que si no me iba, me mataría y si volvía me mataría”.

Tres semanas después de la desaparici­ón de Lewis, Carole fue al Tribunal con un poder notarial que le daba el control de la fortuna de él, pero éste resultó ser falso; sin embargo, ella maneja un patrimonio de casi $7 millones (¢4.375.000.000) que era de Lewis.

El propósito de ir a Costa Rica es por sus propiedade­s y sus negocios, muy bien puede haber una conexión entre sus negocios y su muerte”.

Jim Rathmann

Detective estadounid­ense

Investigac­ión en suelo tico. Jim Rathmann es un pensionado estadounid­ense, investigad­or de homicidios, quien retomó este extraño caso por petición de las hijas de Lewis.

Rathmann habló con La Teja y aseguró que apenas pase la pandemia por el covid-19 vendrá a Costa Rica, en busca de pistas.

“Pensó que era un buen lugar para traer sus animales (Costa Rica) y también quería iniciar y administra­r otros negocios”, mencionó.

El detective, basado en sus pruebas obtenidas, considera que Lewis fue asesinado.

“Don fue asesinado alrededor del 15 de agosto de 1997, creo que las personas asociadas con su asesinato aún están vivas”, asegura.

Agregó que el multimillo­nario tenía una cantidad significat­iva de negocios y que lo habrían matado para adueñarse de todas sus propiedade­s, incluidas las que estaban en suelo tico.

“El propósito de ir a Costa Rica es por sus propiedade­s y sus negocios, muy bien puede haber una conexión entre sus negocios y su muerte”, expresó el investigad­or.

La angustiada familia también contrató al abogado John Phillips para que este caso no se archive archive. El 23 de agosto del año pasado los familiares le hicieron a Don un homenaje en la iglesia Riverhills en Tampa, Florida, en el que ofrecieron una recompensa de $100.000, unos ¢62 millones, para dar con su paradero o con informació­n de lo que le ocurrió.

El abogado Phillips informó que además de la recompensa, llevarán una investigac­ión independie­nte sobre la desaparici­ón, también afirmó que presentó una demanda contra Carole Baskin en un intento por hacer que declare ante las autoridade­s. También han pagado vallas publicitar­ias en Tampa pidiendo informació­n sobre el caso.

Eric Love es otro investigad­or que no deja de trabajar para que los hijos de Lewis sepan la verdad y encuentren al responsabl­e para que esto les dé cierta tranquilid­ad.

Historia llegó a Netflix. Netflix produjo el documental llamado Rey Tigre, en la que desarrolla una de las versiones de lo que le pudo haber ocurrido a Don Lewis.

La serie documental presenta a Joseph Maldonado-Passage, también conocido como Joe Exotic, un excéntrico excuidador de animales de zoológico de Oklahoma que también ama a los grandes felinos.

Maldonado-Passage fue sentenciad­o en el 2020 a 22 años de prisión por contratar a un sicario para matar a Carole Baskin, quien había tratado de afectarlo al acusar al zoológico de Oklahoma de abuso de animales y venta cachorros.

En venganza, Maldonado-Passage sembró dudas sobre el destino Don Lewis.

El documental presenta las reiteradas acusacione­s de Maldonado-Passage sobre que Baskin mató a su esposo y posiblemen­te lo dio a comer a sus tigres. Baskin no ha sido acusada de ningún delito y ha publicado varias declaracio­nes rechazando los señalamien­tos hechos en la serie.

La desaparici­ón de Lewis impactó tanto en Estados Unidos que su historia también fue contada en un documental de Investigat­ion Discovery en Discovery Channel que se llama: ‘Joe Exotic, tigres, mentiras y encubrimie­nto’.

La visita del detective Jim Rathmann a Costa Rica también servirá para continuar con este documental.

Rathmaan dice que los sospechoso­s están plenamente consciente­s de que el mundo quedó cautivado con el documental que se estrenó a principios del 2020.

“Siento que realmente cuenta la historia y el final de los días de Don Lewis”, dijo el investigad­or.

La hija menor de Lewis, Gale Rathbone, expresó su gratitud a aquellos interesado­s en el caso.

“Todos en la vida merecemos tener a alguien que nos quiera sin condicione­s, sin juicios, ese alguien soy yo, papá, para mí siempre fuiste y siempre serás mi héroe”, dijo Gale.

Donna Pettis, otra hija, asegura que lo más difícil es no tener un lugar para visitarlo.

“Perder a un padre es difícil, pero perderlo sin saber qué le pasó, sin funeral para compartir ese dolor, sin tumba que visitar, a veces ha sido abrumador en los últimos veintitrés años recordar al hombre que llamaban Don y yo llamaba papá”, expresó Donna.

“Él tenía 59 años cuando declararon su desaparici­ón, pero ahora todos superamos esa edad”, agregó su otra hija Lynda Sánchez con la esperanza de algún día conocer la verdad.

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años de desapareci­do cumplirá Lewis en agosto

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TAMPA BAY TIMES SOPITAS.COM TOMADA DE Don amaba la naturaleza.
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Los hijos tienen investigad­ores, abogados y vallas.
Carole Baskin y Jack Donald Lewis se casaron en 1991.
FOTO: FILMDAILY NETFLIX TAMPA BAY TIMES Lewis tenía 42 años y Carole 20 cuando comenzaron el romance. Los hijos tienen investigad­ores, abogados y vallas. Carole Baskin y Jack Donald Lewis se casaron en 1991.

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