80 años de camino educativo en la fe
motivado por más de 80 años de camino educativo en la fe, después de la aprobación de la ley 21 del 10 noviembre de 1940, me regocijo en el maestro de galilea, agradeciendo la bendición de contar con un sistema educativo estatal y un plan de estudio escolar que integra la asignatura básica y obligatoria de la educación Religiosa.
Para ustedes padres de familia y responsables legales de los estudiantes, la existencia de esta asignatura responde a un derecho humano fundamental. establece un diálogo entre la fe, la razón y la cultura, contribuye a la educación integral que abarca todas las dimensiones de la persona, infunde valores cristianos. en este tiempo de pandemia, cuando se ha limitado el encuentro físico en el aula, los procesos de aprendizaje de esta asignatura nos ha permitido descubrir esa presencia amorosa de un Padre que nos llama a reconocer la transcendencia y la dignidad de la persona humana, el valor de la vida desde la concepción hasta su fin natural.
A reconocernos en Él nos infunde el respeto a la creación y todo aquello que nos hace construir la paz y en instrumentos de justicia para un mundo mejor.
En esta dinámica de aprendizaje, los estudiantes que reciben educación Religiosa, pueden construir su escala de valores, que les permite elaborar un proyecto de vida y dar sentido a su existencia.
Por eso, tienen una oportunidad única en sus lecciones de educación Religiosa para ser mejores personas y ciudadanos de una nación que apuesta por las presentes y futuras generaciones. gracias a ustedes, docentes de educación Religiosa, que han traducido su vocación en el ejercicio responsable de una profesión, que engrandece el sistema educativo.
Sigamos poniendo nuestra confianza en el Señor, con la intercesión de esos grandes educadores, nuestra madre maría y san José y, a todos los acompaño con mi oración y bendición, y ruego por muchos años más de camino educativo en la fe, desde las aulas costarricenses.