Terapeutas con bata peludita
Que el perro es el mejor amigo del hombre lo comprobamos todos los días y esa conocida frase tiene una nueva expresión en el San Juan de Dios, donde cuentan con una terapia especial en la que participan estos fieles ayudantes.
Se trata de perros entrenados para apoyar a las personas que atraviesan un momento difícil y necesitan terapia sicológica. El proyecto se inició en abril y se extenderá todo el 2021.
Los pacientes que se benefician con estos especiales terapeutas son los que sufren enfermedades cardíacas o cáncer, entre otros padecimientos. Los peluditos participan en sesiones grupales y también individuales.
Marielos Fernández Hincer, enfermera coordinadora de la Unidad de Salud Mental y Psiquiatría del San Juan de Dios, explicó que para este tipo de actividades se cuenta con el apoyo de Psicopet, una organización que trabaja con profesionales en psicología y tiene los perros entrenados.
Los animalitos siempre están acompañados por una sicóloga clínica certificada en este tipo de terapia.
“Este trabajo lo está haciendo Psicopet de forma voluntaria, lo que permite tener más herramientas para trabajar con los pacientes seleccionados. En sesiones individuales y dinámicas grupales se abordarán temas como la autoestima, depresión, el duelo y el dolor ante un diagnóstico no esperado. Es importante recordar que no hay salud sin salud mental, por eso es vital fortalecer los recursos emocionales de los pacientes”, explicó la coordinadora.
Mucho cariño. El paciente Gerardo Picado Godínez participa en la terapia y está todo contento porque “Blanquita”, la perrita de tres años que ya vio en una sesión, es toda una ternura.
“Me sentí muy bien, hablar siempre es bueno, conforme pasaban los minutos el animalito se sentía más cómodo y era más cariñoso, uno también se siente más cómodo para conversar y expresar lo que la profesional le está preguntando”, contó Gerardo.
Sonia González Duarte es una de las sicólogas clínicas que está en el proyecto y dice que ama su trabajo porque desarrolla sus dos pasiones: la psicología y el amor por los animales.
“En estas intervenciones generamos un vínculo entre el paciente y el animal para mejorar la comunicación y poder trabajar la ansiedad, depresión y estrés, entre otros. La relajación que produce el perrito es de gran beneficio ya que el paciente se motiva y se compromete con el proceso.
“En algunos casos incluso les enseñamos a los pacientes cómo las mascotas que tienen en la casa también pueden ser para ellos un recurso importante”, explicó la especialista.
Para seleccionar a los perros de terapia se les hace una prueba de sensibilidad. Eso permite saber si son aptos para trabajar con personas y si lo son, reciben un entrenamiento que dura aproximadamente doce meses.
Este año, además del trabajo con pacientes de consulta externa, la Unidad de Salud Mental y Psiquiatría del San Juan de Dios hará sesiones grupales con quienes están en el taller para dejar de fumar.
En esos talleres virtuales estarán también familiares y mascotas de los participantes (fumadores) y serán en coordinación con la orientadora de la Escuela Mauro Fernández, que queda cerca del centro médico.