La Teja

NUEVA PUERTA AL PACÍFICO

Muni de Acosta promueve ventajas de viajar por la ruta 301

- Karen Fernández karen.fernandez@lateja.cr

Si en el mundo todos los caminos llevan a Roma, en Costa Rica más de uno nos puede acercar a las bellezas de nuestro Pacífico central.

Esta vez no hablaremos de la carretera San José-Caldera, la más conocida, sino de una alternativ­a que propone Norman Hidalgo, el alcalde de Acosta, y otras personas del cantón josefino. Se trata de la ruta 301.

“Aún falta el asfaltado completo, pero se puso una primera capa (perfilado) que permite el ingreso de los automóvile­s y ya no solo los de doble tracción, que eran los únicos que podían transitar”, empieza diciendo don Norman.

Hace apenas dos años, sobre todo en el invierno, era prácticame­nte imposible pasar por esta ruta, que era más charcos que otra cosa, pero en el 2019 comenzaron los trabajos en conjunto con el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) y la cara que muestra ahora es muy diferente.

Esta ruta 301 conecta Desamparad­os con cuatro distritos de Acosta (San Ignacio, Salitral de Guaitil, Cangrejal y Sabanillas de Bijagual) y termina en Parrita, lo cual permite llegar a playas tan populares como Bandera, Esterillos y, más allá, a 28 km, estaremos en Manuel Antonio o en el bellísimo parque marino Ballena, ya mucho más al sur.

El recorrido por esa ruta que nos proponen los acosteños lleva desde su cantón hasta Parrita en 2 horas y 35 minutos (son 84 kilómetros).

Muchas ventajas. Por la ruta 27, si le va bien y no se encuentra presas, puede durar dos horas y 38 minutos, pero volar rueda por 138 kilómetros (entre La Sabana, donde empieza, y Parrita). Y ni hablar del ahorro de combustibl­e.

El recorrido por la ruta 301 no tiene que ver únicamente con tiempo y con plata, ya que les permitirá a los viajeros descubrir algunas de las bellezas turísticas de la zona y en más de un lindo lugar podrán parar para recargar energías y comprar algo, con lo cual le echarán el hombro a una economía que lo necesita mucho.

La Teja habló con el alcalde de Acosta y con algunos comerciant­es locales para que nos cuenten qué podemos encontrar a lo largo del camino, de manera que la próxima vez que planifique­mos el paseíto al Pacífico central nos motivemos para comenzar una aventura nueva sin presas y, ¡muy importante!, sin peajes.

Para que se haga una mejor idea del recorrido, llega a Desampa, sube por San Rafael Arriba hasta Aserrí, sube a Tarbaca y baja a San Ignacio de Acosta, donde nace la ruta y de ahí hasta suelo parriteño.

“Hay un interés de la región porque los tres alcaldes (Aserrí, Acosta y Parrita) tenemos muy buena relación. Esta ruta no es solo para la región, porque permite al país ahorrar en combustibl­e y en gastos operativos para trasladar los productos hasta el Pacífico”, contó Hidalgo.

Lo cierto es que la carretera tiene mucho para ofrecer.

Parada a comer. Alba Vargas es la dueña del mirador y restaurant­e El Bambú, al que todo el mundo conoce como “Donde Alba”.

Desde hace 28 años abre a las 6 de la mañana y cierra a las 9 p.m. en el distrito de Sabanillas de Acosta. Dependiend­o de donde se siente usted en el local, podrá ver el Valle Central o un adelantico del mar como para ir entrando en calor de lo que

le espera en su viaje, pues ya en ese punto solo le quedan 25 kilómetros para llegar a la costa.

“El arreglo de la carretera nos ha ayudado mucho porque ya pasan más carros por aquí y nos visitan de San José y hasta de Parrita”, nos dijo doña Alba.

En su local usted puede comerse un casado, chifrijo, tortillas con queso, empanadas, arroz con camarones o unos buenos chicharron­es y queda bien llenito.

Como Alba es líder comunal, le echa la mano a un grupo de mujeres que cosechan piña y de una vez la ofrecen a los clientes del restaurant­e, que podrán comprar cuantas deseen.

En el camino también encontramo­s el bar y restaurant­e Varus Ranch, cuya dueña es Mily Céspedes.

“La gente disfruta mucho el lugar porque hay muchas áreas verdes y el restaurant­e está al aire libre”, nos contó ella.

Queda en el distrito de Llano Bonito de Acosta, a unos 13 kilómetros de San Ignacio y allí se puede comer unas ricas “baby rack”, que son costillas de cerdo con salsa barbacoa acompañada­s con yuca y escabeche de banano verde. ¡Una delicia!

Si lo prefiere también puede entrarle al arroz con camarones, pescado entero, papas, nachos o más, todo hecho por doña Mily, quien le pone amor a cada platillo.

Los precios están muy cómodos, un ceviche le cuesta ¢2.000, los casados ¢3.000 y, claro, ya para el pescado entero o las costillas el precio depende del tamaño.

Atienden de viernes a domingo de 11 a.m. a 9 p.m.

Relax en el río. Si antes del agua salada se le antoja agua dulce y quiere refrescars­e y descansar, puede hacer una paradita en el Centro Turístico Paraíso del Río, que tiene un ambiente muy familiar.

Su propietari­o, Antonio Fallas, nos contó que ya lleva 13 años ofreciendo un lugar de esparcimie­nto a lugareños y a visitantes de fuera.

“Tenemos el servicio de restaurant­e, una cancha de fútbol pequeña, una de voleibol, dos piscinas, una para niños y otra para adultos, sendero que da acceso al río Candelaria, amplias zonas verdes para descansar y disfrutar la naturaleza relajado”, nos dijo el dueño.

La entrada cuesta ¢3.500 para los adultos y ¢2.500 para los niños y ahorita, en temporada baja, abren de jueves a domingo y los días feriados de 9 a.m. a 4 p.m.

Este lindo lugar queda a 4 kilómetros del centro de San Ignacio de Acosta.

Impulso económico. Como la 301 es la ruta más corta para llegar al Pacífico desde el Valle Central, el alcalde de Acosta quiere que los turistas conozcan todas las bellezas que ofrece el cantón y participen en el impulso económico a los comerciant­es de la zona, lo que incluye desde restaurant­es hasta los pulseadore­s que ofrecen sus productos a la orilla de la carretera.

Otros proyectos turísticos de la zona que es posible visitar son el hotel El portal de la montaña, en Sabanas de Acosta, que ofrece unas vistas espectacul­ares y si usted es amante de las aves, de fijo se dará gusto observando un montón de especies.

El recorrido por esta ruta es muy bonito y vale la pena tomar la aventura para conocer una parte lindísima del país que nos lleva a otra tan llena de bellezas naturales como el Pacífico central.

Éntrele y descubra una parte de Costa Rica que sin duda lo va a enamorar.

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NINA CORDERO/ARCHIVO
 ?? CORTESÍA ?? Ríos limpios, como ya casi no quedan en el país.
CORTESÍA Ríos limpios, como ya casi no quedan en el país.
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CORTESÍA La muni de Acosta explica las ventajas de la ruta.
 ?? CORTESÍA ?? Varus Ranch es un gran lugar para visitar.
CORTESÍA Varus Ranch es un gran lugar para visitar.
 ?? CORTESÍA ?? El Centro turístico Paraíso del Río, en San Ignacio de Acosta, es lindísimo.
CORTESÍA El Centro turístico Paraíso del Río, en San Ignacio de Acosta, es lindísimo.
 ?? CORTESÍA ?? Desde Donde Alba ya se alcanza a ver el mar.
CORTESÍA Desde Donde Alba ya se alcanza a ver el mar.
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 ?? CORTESÍA ?? Los platillos de Varus Ranch’s son variados y le permitirán degustar la cuchara local.
CORTESÍA Los platillos de Varus Ranch’s son variados y le permitirán degustar la cuchara local.

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