Todos vemos el fútbol diferente

Parte de la magia que tiene el fútbol para los aficionados, no solo se debe a la estética del mismo, a lo competitivo, al sentido de pertenencia e identificación, a la belleza de los escenarios y a que casi todas las personas puedan jugarlo en cualquier sitio. tan solo necesitamos dos piedras y de dos a cuarenta personas, un balón y a jugar. también lo vuelve atractivo que todos pueden opinar y hasta pensar que lo hacen con mucho criterio.

Pero nunca falta un bombeta que sí lo haga, ya que más de uno sin estudiar, se cree un Pep Guardiola, un Mauricio Pochettino, un Jürgen Klopp o el “Maestro” Tabárez. la semana pasada mientras veía un partido de fútbol nacional llamé a un amigo que sabe y que trabaja en fútbol y le dije: “usted está viendo lo mismo que yo”. Me respondió: “creo que sí, fútbol lento, sin dinámica, poca movilidad y a cada rato se juega para atrás”. Le respondí: “veo lo mismo”. Que dicha, porque pensé que estaba loco, porque así queremos competir a nivel internacional y ganar.

Pero al día siguiente escuché a tres distinguidos periodistas decir que el partido fue muy bueno, con mucha intensidad, digno de una final. en verdad todos vemos lo mismo, pero lo vemos diferente. En una ocasión el desaparecido maestro Toño Badilla, director de la banda de San José, me dijo: “oiga Marvin, yo no entiendo, los músicos ensayan todos los días en forma individual y colectivamente, ahí corregimos. “El domingo cuando llegamos al concierto suena muy bien, prácticamente, nadie se equivoca, pero los jugadores entrenan todos los días y el domingo llegan y fallan los pases o frente al marco y no entiendo por qué”. Respondí: “Lo que sucede es que a sus músicos nadie les quita las partituras y ni intentan arrebatarles la trompeta o el trombón”.

“En el fútbol siempre hay rivales que tratan de quitarle el balón, para que usted se equivoque”. ¡Ay, maestro! Desearía que mis equipos jugaran como sonaba su banda.