La misión de la Iglesia

“La vocación a la misión no es algo del pasado o un recuerdo romántico de otros tiempos. Jesús necesita corazones que sean capaces de vivir su vocación como una historia de amor, que les haga salir a las periferias del mundo y ser mensajeros e instrumentos de compasión”. el Papa Francisco nos motiva así de cara a la Jornada Mundial de las Misiones, que se celebra cada año el penúltimo domingo de octubre. es preciso que hagamos una reflexión sobre nuestra condición de bautizados. el bautismo hace que los hijos de la iglesia seamos nuevas criaturas para vivir en cristo (2 corintios 5:17). este sello debe hacerse notar en todas las realidades, y más en momentos de dificultad como los que atraviesa la humanidad. el bautismo imprime carácter, es un sello que nos identifica como hijos de Dios y discípulos de Jesucristo. lamentablemente, muchas veces hay corrientes que nos mueven a dejar atrás nuestra identidad cristiana. el cristiano de hoy está llamado a ser valiente testigo del evangelio. cuando el secularismo ha invadido a nuestra sociedad, los valores cristianos deben hacerse notar, para recordarnos las raíces en que nos hemos desarrollado. no debemos renunciar al anuncio de la buena noticia. Por medio del diálogo podemos acercarnos a una sociedad que requiere conocer el mensaje de la salvación que, en gran medida, depende de cómo lo hagamos llegar. Debemos formarnos, exigir en nuestras parroquias un proceso de preparación para que podamos dar sentido y razón a nuestra fe. no podemos vivir procesos catequéticos solo como un requisito. la fe no es algo pasajero, o para vivir en ciertos momentos. es una condición, respuesta y compromiso de siempre. A mayor formación en la fe, más posibilidades de emprender un camino de misión que pueda responder a las exigencias del mundo de hoy. Que este mes dedicado a las misiones, sea un tiempo propicio para tomar conciencia de que somos discípulos-misioneros, enviados a difundir y testimoniar el evangelio.