“Piden vacuna hasta que están graves”
La muerte de don Betfort Leiva y su esposa, Xinia Quirós, fue un duro golpe para la comunidad de Cajón de Pérez Zeledón.
Ambos fallecieron el martes en el hospital Escalante Pradilla y según dijo Joicy Solís Castro, directora del centro médico, es la primera vez que muere con poca diferencia una pareja de esposos debido al covid-19.
Marlen Leiva, hija de los fallecidos, dijo a La Teja que ninguno de los dos se vacunó. Lamentablemente, esa es una realidad muy común en Pérez Zeledón y toda la región Brunca.
Debido a esta lamentable noticia, Solís conversó con La Teja para explicarnos cómo está el panorama por el covid en el hospital que ella dirige.
“Ahorita tenemos, para pacientes con coronavirus, tres camas en cuidados intensivos para pacientes críticos, las tres están llenas; tenemos otras tres camas en cuidados intensivos para pacientes en condición severa, que también están llenas. Además, hay 31 espacios para cuidados moderados, de esas están ocupados 20 y por último hay cinco camas para pacientes leves que están desocupadas.
“De esas personas que están hospitalizadas solo ocho tienen las dos dosis de la vacuna, ellos están bien (...) Hay cuatro personas que están intubadas, de ellas ninguna tiene una sola dosis de la vacuna”, detalló la directora.
La doctora contó que todos los días les toca ver situaciones muy duras a causa del peligroso virus.
“Hace unos meses un muchacho tenía la mamá internada aquí por covid y el papá en el Ceaco, en San José, y los dos, lamentablemente, murieron.
“Es muy común que cuando una persona no se quiere vacunar los integrantes de su núcleo familiar tampoco y si uno se contagia le pega el virus a los demás y eso es muy peligroso. Algunos piden la vacuna hasta que ya se contagiaron y están graves, pero lamentablemente ya cuando están con la enfermedad no se pueden vacunar, hay que esperar que superen el virus”, agregó.
Dura lucha. Arturo Borbón, director regional de la región de Salud Brunca, dice que ellos han tenido que variar la estrategia de vacunación para poder llegar a esos que no quieren recibir el medicamento y convencerlos.
“La región Brunca está conformada por los cantones de Pérez Zeledón, Buenos Aires, Coto Brus, Corredores, Golfito y Osa. No es lo mismo vacunar en zonas cercanas al centro de San José que aquí, allá abren un estadio como centro de vacunación y la gente llega, aquí cuesta más porque ni siquiera hay la misma facilidad para el transporte.
“Ahora nosotros estamos prácticamente tocando puertas de casa en casa porque ya la gente que queda no quiere vacunarse, dicen que tienen miedo porque es un tratamiento para experimentar, que les van a poner un chip, que les hará daño y todo eso lo leen en Internet o se los cuenta alguien que no tiene conocimiento al respecto, porque nada de eso es cierto”, enfatizó.
La fuercita. Borbón contó que les ha tocado toparse con todo tipo de gente, pero ellos siempre hacen la lucha de poner el pinchazo a la mayor cantidad de gente posible.
“Un día llegamos a un negocio donde vendían pollo frito y el señor que cocinaba los pollos nos dijo que si queríamos vacunarlo tenía que ser por encima del mostrador porque él no iba a salir y así lo hicimos, con toda la incomodidad del mundo, pero valió la pena”.