Dejar el pasado y el dolor atrás
A veces las circunstancias que se nos presentan tienen el poder de perpetuar sentimientos de inseguridad, desconfianza e incertidumbre, generando una posición dubitativa que nos impide retomar los sueños y proyectos por no querer volver a vivir aquello que nos causó dolor, por lo que es fundamental dejar el pasado y el dolor atrás.
Siempre el dolor y el pasado tendrán importancia en nuestras vidas. todo evento del pasado que haya dejado una huella de dolor tiene un papel de aprendizaje, porque tiene que llevarnos a desarrollar habilidades para afrontar y reconectarnos con la esperanza. cuando asumimos la vida con miedo a equivocarnos o con sentimientos que nos hacen dudar de nuestras capacidades, se crea una sensación de incertidumbre, vivimos en la contrariedad emocional, esperando resolver, pero solo pasa el tiempo y seguimos en mismo sitio. estas preguntas son ideales para reflexionar.
· ¿Vive pendiente de su pasado?
· ¿el dolor le aporta algo constructivo?
· ¿Por qué no ha podido resolver ese evento?
· ¿cómo bloquea en el presente ese evento del pasado?
· ¿a partir de ese hecho vivido confía en sus capacidades? · ¿Se ha permitido comprender por qué se dieron las cosas? todas estas respuestas nos tienen que llevar a responder una pregunta central: ¿qué vamos a hacer hoy? la comprensión debe ser la norma de nuestro análisis. con muchísima frecuencia nos centramos en la experiencia emocional, a partir de un evento que ha sido complicado en nuestra vida, dándole mucha importancia a la sensación de miedo, angustia, incertidumbre, ansiedad y estrés. todo esto impide dejar el pasado y el dolor atrás, puesto que no analizamos, solo lo sentimos. comprender es abrirse a la experiencia de análisis objetivo, que nos lleva a entender por qué se dieron las cosas y cuál fue nuestro papel.