3 mil kilómetros son una amenaza
En tres mil kilómetros de las carreteras de nuestro país existe peligro de que caigan derrumbes.
Así lo dio a conocer ayer Mauricio Batalla, director del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), durante la comparecencia que tuvieron él y Luis Amador, ministro de Obras Públicas y Transportes (Mopt), en la Asamblea Legislativa.
Ambos jerarcas fueron convocados por la Comisión Especial de Desarrollo de la Infraestructura del País para que dieran cuentas por el accidente que ocurrió en Cambronero el 17 de setiembre del año pasado, que provocó la muerte de nueve personas e hirió a otras 50.
Lo preocupante no es solo el dato, sino que el mismo Batalla aseguró que el Conavi no tiene un protocolo para cerrar vías peligrosas ante posibilidad de emergencias.
Desprotegidos. Amador, por su parte, se dejó decir que “no se puede garantizar” que la población esté segura.
Además, le dijo a los diputados que si querían encontrar a los responsables de la tragedia, que volvieran a ver hacia atrás. Inmediatamente después, dijo que deberían llamar a comparecer a los exministro del Mopt Rodolfo Méndez y al exdirector del Conavi Mario Rodríguez.
A Amador, los legisladores también le cuestionaron que si había pasado por la ruta alterna de Cambronero, ya que no tiene vallas de seguridad y, por ende, podría ser hasta más peligrosa, pero el ministro aseguró que no.
Cuando le consultaron por qué el día del accidente decidieron abrir la carretera, respondió: “Desde el punto de vista geológico no había suficiente información. Estamos trabajando en los protocolos y necesitamos recursos para poder pagar por esa instrumentalización”.