MENORES SERÍAN LOS SICARIOS
Una banda narco de Puntarenas que, al parecer, era liderada por un hombre apellidado Ramos, alias “El Gordo”, habría reclutado a varios menores de edad como sicarios para así complicarle el trabajo al Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El grupo criminal fue desmantelado ayer por la Policía Judicial, por medio de seis allanamientos realizados en dicha provincia, específicamente tres en Fray Casiano y sus alrededores, dos en El Roble y uno más en el barrio El Carmen, en el centro de la ciudad.
Además de capturar a Ramos, de 40 años; los agentes también detuvieron a tres hombres apellidados Valdez, de 21; Villafuerte, de 27 y Carvajal, de 24; así como a tres menores de edad: dos muchachos de 17 años y uno de 16 años.
Rándall Zúñiga, director interino del OIJ, explicó que, en apariencia, los menores serían los gatilleros de la banda e incluso destacó que los dos jóvenes, de 17 años, son sospechosos de participar en el homicidio de Bryan Francisco Álvarez Jiménez, de 21 años, ocurrido el pasado 3 de enero en Bella Vista, en El Roble de Puntarenas.
Según la Policía Judicial, dicho homicidio estaría relacionado con una disputa entre la banda de El Gordo Ramos y otro grupo criminal por territorios para la venta de drogas.
Reclutador. Según el OIJ, estos menores habrían sido reclutados por el hombre apellidado Villafuerte, alias “Pikachu”, a quien le decomisaron $40 mil efectivo (más de ¢20 millones). Al parecer, este sujeto era el encargado de conseguir gatilleros dispuestos a asesinar a miembros de grupos rivales que se interpusieron en los planes del Gordo Ramos.
Según Zúñiga, Villafuerte no habría reclutado a estos tres jóvenes por pura casualidad, más bien lo habría hecho teniendo en mente que la situación de sus edades iba a complicar una posible investigación del OIJ en torno al grupo criminal.
“Existe una situación bastante particular en la región, la cual no permite a las personas acceder a una educación completa, servicios de salud o una vida laboral estable, entonces ya en una edad productiva se decantan por este tipo de situaciones (sicariato), lo que implica un trabajo más arduo por cuanto se trata de menores de edad y no es posible conseguir tan fácilmente fotografías e información, entonces la logística de la investigación se complica más”, detalló.
La Teja consultó al OIJ sobre la cantidad de dinero que habrían recibido los jóvenes por sus “servicios”, sin embargo, indicaron que no contaban con esa información y que por tratarse de menores de edad no se podía revelar más información.
En cuanto a los allanamientos realizados este jueves, la Policía Judicial informó que como resultado de estos se decomisaron ¢1,9 millones, una pistola Glock 9 milímetros, una pistola calibre 22, tres revólveres calibre 0.38, 5 anillos de oro, 20 relojes de alta gama, 90 dosis de marihuana, 120 gramos de picadura de marihuana y 10 celulares.
Juicio por trata. El director del OIJ también dio a conocer que el Gordo Ramos es un viejo conocido de las autoridades pues es sospechoso de participar en otro tipo de delitos, incluso figura como imputado en un juicio penal.
“Él hace algún tiempo fue detenido y pasado por tráfico ilícito de personas migrantes y en la actualidad está enfrentando un juicio en Corredores. De hecho, este miércoles se encontraba en una de las audiencias propias de ese juicio”, indicó Zúñiga.
Al parecer, Ramos está enfrentando el juicio por un caso que se remonta al 2020, cuando la Policía Profesional de Migración desmanteló una banda que, en apariencia, se dedicaba a trasladar cubanos de forma ilegal por el país.