Condenado por insultos
El periodista de CRHoy Jason Ureña, logró con un recurso de amparo, que la Sala Cuarta condene los insultos que el presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, le dijo a él y a otros comunicadores.
Ureña denunció ante los magistrados los insultos que le dijeron el presi Chaves y la exministra de Salud Joselyn Chacón. En el recurso de amparo, Ureña escribió que el mandatario del país llamó sicarios políticos a periodistas de La Nación, Teletica y CRHoy.com.
“Ciertas expresiones y vocablos usados por los funcionarios no se justifican y sí constituyen un exceso, por lo que podrían promover el hostigamiento contra los medios y periodistas aludidos”, explican los magistrados en su sentencia.
“También, considera este Tribunal que las conferencias de prensa, en especial las televisadas, han resultado de gran utilidad para los Estados democráticos; no obstante, la utilización de un lenguaje irrespetuoso y ofensivo contra los periodistas constituye una lesión a la libertad de prensa, de ahí que por unanimidad los magistrados declararon parcialmente con lugar el recurso de amparo, únicamente, para efectos indemnizatorios”, agregan los magistrados.
En el caso de Ureña, tanto Chaves como Chacón lo trataron de “maldito”, por eso él en el recurso de amparo asegura que el presidente y la exministra usaron “un discurso que sobrepasa por mucho los límites del debate democrático y que constituye un ataque furibundo a la libertad de expresión, por cuanto genera un efecto amedrentador, atemorizador, que provoca autocensura”.
Además, Ureña anotó en el recurso: “La normalización de la violencia verbal contra un periodista es algo muy grave en democracia, máxime proviniendo del primer mandatario y de una de sus ministras, quienes están sujetos a la obligación del respeto y de garantía de los derechos fundamentales”.
“Tanto el presidente de la República como la ministra de Salud realizaron una serie de ataques a La Nación, Teletica y Crhoy.com, así como en su contra (de Jason Ureña) a nivel personal, utilizando calificativos y adjetivos que son claramente ofensivos, presentándolos como una banda de delincuentes, sicarios políticos, deslegitimando el trabajo investigativo de la prensa en particular”.