La Teja

Llamada marcó el peor momento

Decididos. Familia busca a sospechoso de provocar choque

- Silvia Coto silvia.coto@lateja.cr

Una familia clama por ayuda para encontrar a dos personas, la primera es el ángel que le ayudó a un familiar cuando se dio un accidente de tránsito que finalmente cobró su vida, y la segunda, hallar al conductor sospechoso de chocarlo, ya que este ni siquiera se detuvo cuando ocurrió el choque.

La víctima del accidente es Didier David Rangel Obando, de 26 años, y la tragedia ocurrió el pasado 17 de enero en Los Ángeles de Palmira, en Carrillo de Guanacaste. Su familia está demasiado dolida y consternad­a, pues no entienden cómo el conductor se fue sin importarle lo ocurrido.

Harold Zúñiga, primo de Didier, nos contó sobre el joven y lo que sabía hasta el momento sobre el accidente.

Didier era técnico en aires acondicion­ados y vivía en Heredia, sin embargo, tenía muchas ganas e ilusión de poder ir a Guanacaste, porque allá estaba toda su familia en Cuajiniqui­l de Belén de Nosarita, en Nicoya, por lo que había ido en los últimos días de diciembre a realizar una entrevista de trabajo en un hotel cerca de playa Panamá.

“Ocho días antes del accidente me llamó y me preguntó: ‘¿qué hago, me llamaron del hotel que me presente el 17 de enero para empezar a trabajar?’, y eso era lo que él quería, entonces decidió aceptar”, dijo el primo.

Ese era el primer día de trabajo del joven, quien viajaba en moto. Su casa queda bastante lejos, por lo que decidió llamar a su primo para preguntarl­e si se podía quedar en la casa de la mamá, en Los Ángeles de Nicoya, para no tener que viajar tanto.

“Nosotros estábamos hablando (tenía un dispositiv­o para hablar) para darle la dirección, pero él se pasó la entrada, iba en sentido Liberia- Filadelfia, cuando estaba donde tenía que doblar, según nos cuentan, los carros le dieron campo, pero un pick up que llevaba dos motos acuáticas (jet sky), rebasó a todos los demás y en lo que mi primo hizo el giro ese vehículo lo impactó dejándolo tirado y según nos indican no se detuvo nunca”, relató Harold.

El primo estaba desesperad­o, pues escuchó a su primo llorar

y quejarse del dolor.

“Escuchaba un muchacho joven que le decía no se mueva, no se mueva, no se quite el casco, la llamada no se cortó, ese muchacho (el que estaba ayudando) preguntaba la dirección, yo me quedé en línea y otro hombre llegó y preguntó qué le pasó y le dijeron que un carro lo pegó y se dio a la fuga. Yo estaba en San José y corté, unos minutos después un muchacho me llamó y me dijo que mi primo estaba muy golpeado y que le dolía

mucho el estómago, pero nunca se me ocurrió preguntarl­e el nombre, yo le conté a la familia lo que estaba pasando”, dijo el

primo.

Didier fue trasladado por la Cruz Roja al Hospital de Liberia, aunque sus familiares estaban muy asustados, ellos tenían fe de que se iba a recuperar.

“A las diez de la noche lo llamé y me contestó, me dijo que tenía mucho dolor en el estómago y en las piernas, él estaba con sus hermanos, y en la madrugada le dieron la salida porque le descartaro­n fracturas, entonces se lo llevaron a Cuajiniqui­l, pero que va, seguía cansado y mal por ratos se le paralizaba la respiració­n”, contó el familiar.

A las seis de la mañana del día siguiente, Didier pidió que lo llevaran al baño, pero estaba descompens­ado y empezó a convulsion­ar, por lo que sus allegados pidieron ayuda y llegó una ambulancia y se lo llevaron al Hospital La Anexión, en Nicoya.

“Duraron para atenderlo, lo metieron en sala de shock y luego lo pasaron a cirugía. No sabemos ni de qué lo operaron, nos dijeron que lo iban a tratar de estabiliza­r y hacerle un tac para ver si lo trasladaba­n otra vez al Hospital de Liberia, pero él tenía demasiada taquicardi­a, a mis familiares les dijeron que mejor se fueran a descansar y en la madrugada los llamaron para decirles que falleció y que el OIJ estaba ahí para hacer el levantamie­nto del cuerpo”, narró Harold.

Al joven lo despidiero­n en Cuajiniqui­l y lo sepultaron en El Carmen de Hojancha.

Sus familiares, después de darle el último adiós, y pasar por este momento tan doloroso, decidieron este lunes 22 de enero poner la denuncia ante las autoridade­s judiciales y solicitar algunos documentos en el hospital.

“Queremos ver si las personas que vieron algo nos pueden dar informació­n para dar con el carro, y también ver si podemos encontrar al muchacho que le ayudó a mi primo, porque estamos muy agradecido­s con él, fue la persona que lo ayudó en el primer momento”, dijo Didier.

“en lo que mi primo hizo el giro ese vehículo lo impactó dejándolo tirado y según nos indican no se detuvo nunca”. Harold Zúñiga Primo de Didier

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CORTESÍA HAROLD ZÚÑIGA Didier David Rangel Obando de 26 años.
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CORTESÍA El joven tenía la ilusión de irse a Cuajiniqui­l.

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