“¡Chopegol!”

Paulo césar Wanchope Watson, nuestro famoso exdelantero del fútbol tico, nos llenó de orgullo al verlo hacer goles con la selección nacional, y cuando esperábamos todos los reportes de los resúmenes deportivos de los domingos en la tele para ver los pepinos de chope en el fútbol extranjero al cierre de la década de los 90.

“la cobra” fue el terror de las defensas en los países donde jugó al más alto nivel, nada menos que en inglaterra, españa, catar, Japón, Argentina y los estados Unidos. el que ponga en duda el profesionalismo de Wanchope sería un atrevido, lleno de ignorancia en temas de fútbol. Por años se rozó con lo mejor del mundo, donde la conducta debe ser de excelencia, donde la responsabilidad es parte del futbolista desde la mañana a la noche, el descanso debe ser primordial, la fiesta y el alcohol no es compatible con las metas para ser campeón; simplemente, no va. Paulo Wanchope se convirtió en entrenador y no fue a una escuela cualquiera, graduado en inglaterra, y no en cursillos de la niña Pochita que dan por estas zonas, que son de bajo nivel de docencia, deficientes cursos y mediocre contenido en las materias. chope no ha tenido la gracia divina del fútbol, esa que lo acompañó siempre en su carrera como jugador, pero no ha sido porque trabaja mal, más bien se ha topado con algunos jugadores vagos, irresponsables y borrachos, que cuando la cobra se enoja por el bajo rendimiento de ellos y los enjacha, comienza la serruchada de piso, típica en nuestra idiosincrasia y por lo cual somos malamente famosos en el extranjero. iniciando las habladurías de los que juegan bola… Que no son felices, que no los tratan bien, y el boicot se da, y se manifiesta con una seguidilla de partidos perdidos, hasta que el entrenador es despedido, si no pregúntenle al cartaginés.