Si va a Cahuita se va a chupar los dedos
Rico. doña doria sequeira es la culpable de la gran fama que tiene esta comida
Probar un delicioso rondón, rice and beans, ni que decir de un patty, un plantaint tart o un pam bom, son algunas de las delicias que se pueden saborear en el restaurante Cahuita’s Taste, en Cahuita de Limón.
Allí no solo le ofrecen una variedad de platillos afrocostarricenses, también encontrará un lugar donde nace un sueño particular: rescatar la tradición de la cocina limonense.
Este rinconcito en el que la cultura de la provincia se mantiene viva fue un proyecto que doña Doria Sequeira quiso poner a caminar como una manera de demostrarse que sí podía salir adelante.
Ella es un ejemplo de superación. Nos contó que fue agredida psicológicamente por 25 años y que, en ese tiempo, estuvo en cautiverio, es decir, conoce en carne propia lo que es estar en un abismo, sin salida.
Además, la pérdida de un hijo de 15 años la motivó a salir adelante, ya que él amaba la comida. Ese dolor lo transformó en esperanza y empezó a cocinar
bajo el lema “soul food” que significa “comida para el alma”.
Hace 7 años inició cocinando desde la casa, hacía entregas de almuerzos a domicilio, luego empanadas y chicheme, tenía días específicos para vender la comida y en los días que no, fue cuando tomó la decisión de compartir sus recetas.
“Empecé con un primer taller con 25 niños de la comunidad pensando en una labor social, pero quería también crear un recetario para que los niños, por ejemplo, aprendieran a hacer patty con la ayuda de sus mamás, desde sus casas”.
Ahora ha crecido tanto el proyecto que tuvo que acondicionar un espacio de su propia casa para dar las clases, de he
cho, el Instituto de Desarrollo Rural (INDER) le echó la manita con el equipo de cocina nuevo para sacar adelante la tarea.
“El Inder me colaboró con una cámara fría, una cocina de hierro fundido, batidoras industriales y mesas, fregadero y campana de acero inoxidable, gracias a eso tengo mejores condiciones para seguir compartiendo todo lo que sé de la comida caribeña”, comentó la pulseadora.
Doña Doria está tan convencida de que la cuchara caribeña tiene que ser rescatada, que gracias a su restaurante es que ha logrado continuar con su proyecto social.
“En Cahuita se necesita más apoyo para que quienes emprenden en comida caribeña puedan llevar a cabo sus ideas, yo empecé vendiendo en la casa y ahora tengo el restaurante, quiero que vean mi ejemplo de superación y que sí se puede salir adelante”, aseguró.
Todos los platillos son recetas de doña Doria, de hecho usted puede visitar el restaurante y encontrará opciones desde los tres mil hasta los quince mil colones, que cuesta el platillo estrella que es la langosta en salsa de camarones, ya que el precio varía según su peso. También le ofrecen pastelería y repostería.
Hacen bebidas naturales como la hiel, flor de jamaica, limonada con hierbabuena y sidra artesanal de jengibre, carambola, maracuyá, chile panameño con piña, entre otras que van de los dos mil colones hasta el litro que vale nueve rojitos.
Esas mismas recetas, las enseña en el taller con mucho amor y compromiso, ella misma dice que no se deja de trabajar ni en el restaurante, ni en el taller, tanto así, que se puso como meta este año lograr que el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) le permita certificar a quienes llevan los talleres de cocina, así que espera con ansias cumplir esa meta.
Si quiere visitar el restaurante y probar la cuchara de doña Doria, el local se ubica en el puro centro de Cahuita, también lo encuentra en Waze al poner Cahuita’s Taste, no se va a perder, y su horario de atención es de jueves a martes de mediodía a 9 p. m., el único día que no abre es el miércoles.
Al restaurante lo puede encontrar en todas las redes sociales como Cahuita’s Taste y también puede comunicarse al 8484-8107, para cualquier información adicional de los talleres.
“En el restaurante los vamos a recibir con los brazos abiertos, acá les ofrecemos comida caribeña hecha con mucho amor, este es mi legado y el que quiero compartir con todos ustedes”, contó doña Doria.
“En el restaurante los vamos a recibir con los brazos abiertos, acá les ofrecemos comida caribeña hecha con mucho amor”.
Doria Sequeira Dueña del restaurante