Privados de libertad madrugaron para votar
Mauricio Castrillo Quesada, un privado de libertad de la cárcel de Jorge Debravo, en Cartago, se levantó desde las 5 a. m. de este domingo 4 de febrero para disfrutar su derecho de votar en las elecciones municipales.
Asegura que le emociona votar y ser parte de los que eligen a quienes los representan.
“Desde las cinco nos bañamos, queríamos ir a votar, no es solo un derecho, es realmente un privilegio, y desde el centro penal se vive. Es algo que te llena de orgullo, seguís estando vivo, seguís decidiendo sobre vos, sobre el país, y la familia.
“Afuera conocemos las necesidades de nuestras familias, las que tenemos nosotros y queremos ser parte de esa solución, ser integrados a esa solución”, manifestó Castrillo.
Agregó que en las cárceles las urnas estaban listas desde las 6 a. m.
“Queremos que los alcaldes que vayan a quedar nos escuchen, lo que hay en un centro penal es un pequeño reflejo de lo que se vive afuera, conocemos los problemas y las soluciones”, expresó el privado de libertad.
Alegría. Argus Antillón, otro privado de libertad en el Centro Penal del Adulto Mayor, manifestó su alegría porque la opinión del pueblo es escuchada por medio de los votos.
“Los invito a reforzar cada día nuestra democracia, esto es un legado a las futuras generaciones. Mi voto es mi voz y la voz de todos de aquellos que lucharon para que yo tuviera mi voz”, señaló Antillón.
En los centros penales hay 10.188 personas inscritas en los padrones electorales.
Este domingo 4 de febrero fueron elegidos los nuevos 84 alcaldes del país, junto con el equipo de regidores, síndicos y demás autoridades municipales; al igual que en centros penitenciarios se reportó abstencionismo en muchos centros de votación a lo largo del país.