Canciones de tico suenan en Monterrey
La historia del costarricense Gerardo Castro es digna de admiración y podría inspirar a muchas personas a perseguir sus sueños.
Castro es un ingeniero industrial que hace 25 años se fue a México por una promoción laboral y para dejar atrás una vida un poco descarriada.
Allí trabajaba en la producción y fue ascendiendo hasta ser ingeniero industrial, en otra empresa, sin siquiera imaginarse el proyecto que tendría después en sus manos, una prometedora carrera musical.
Canciones como “Dime”, “Tu silencio”, “Muñeca de cristal”, “La luz de tus ojos”, “Mujer”, “Encarcelado a ti” y otras están sonando en emisoras y antros (discotecas) en Monterrey, de corte norteño, siendo Gerardo un costarricense de pura cepa, originario de Villa Hermosa de Alajuela.
Castro sudó la gota gorda
en México, prosperó, se casó, formó una familia. Y ese es un detalle importante, porque por uno de sus hijos descubrieron su talento.
“Ya grandes, a uno de mis hijos le dijeron que cantaba bien, que lo metiera en clases de canto y para apoyarlo, lo inscribí a él y me incribí yo”, contó Castro desde México.
Pero una circunstancia de la vida, lo puso a él, y no a su hijo,
de cara a la música.
Resulta que faltando un día para la primera clase, el hijo de Gerardo le dijo, “papi, yo no me voy a dedicar a la música. No voy a recibir las clases”.
Por más que Gerardo intentó convencerlo, su hijo (se reservó el nombre) no fue.
“Fui a decirle a Víctor Ochoa, quien impartía las clases y ahora es mi maestro de música, que estaba muy apenado, que mi hijo no vendría. Y él me dijo que tomara la clase yo, pero me daba vergüenza. No sabía nada de música, no cantaba ni los pollitos. Me pidió que tomara una clase y que si no me gustaba, no pasaba nada.
La cuestión fue que Gerardo,
luego de hacer ejercicios de articulación, terminó cantando “El baile del perrito”, y la clase le dejó buenas vibras, ya lleva seis años.
Al tico le gustó tanto el tema de la música que empezó a ir a “tocadas”, a fiestas, a 15 años, hasta que alguien le dijo que su voz era adecuada para la música norteña.
Con el tiempo, se fue abriendo camino y algunos grupos lo invitaban a cantar algún tema, hasta que decidió componer él mismo sus canciones.
Castro ya tiene 30 canciones originales. Espera producir un disco y está dispuesto ir a Costa Rica para tocar. Lo acompaña el grupo Extricto.