Bichito también se disfruta en barra
Luis Diego Bolaños, Andrés Muñoz y Alberto Carvajal son tres ticos que se animaron a emprender en algo tan novedoso que a ellos mismos los sorprendió: barritas a base de polvo de grillos.
Hablamos con Luis Diego, quien nos contó que el emprendimiento se llama “Gricket House” o sea, la Casa del Grillo, y todo comenzó cuando visitaron el Museo de Insectos de la Universidad de Costa Rica (UCR) y ahí los recibió un biólogo conocido por nosotros, Federico Paniagua.
“Fue muy vacilón porque ese día que aprendimos sobre insectos en la UCR los tres fuimos los únicos que por ningún motivo nos atrevimos a probar los grillos. A uno le dan a probarlos ya cocinados, pero no quisimos.
“Al inicio del proyecto nosotros mismos cultivábamos nuestros propios grillos, hacíamos el polvo y de ahí las barritas. La UCR nos enseñó perfectamente a cultivarlos. Ya con el tiempo y el avance del proyecto dejamos de cultivarlos y nos dedicamos a comprar el polvo ya hecho, tanto en el país como de proveedores extranjeros”, explica Luis Diego.
La pequeña empresa arrancó antes de la pandemia, en el 2019, y de acuerdo con Luis
Diego les ha ido muy bien, tanto así que ya les abrieron las puertas de importantes supermercados como los Fresh Market y Automercado; además, tienen sus barritas en zonas turísticas, gimnasios, cafeterías; en fin, son 190 puntos de venta en todo el país.
“Estamos produciendo unas 6 mil barritas al mes. Cada barrita vale 2.400 colones, si se compran más de 12 unidades quedan en 2 mil colones. Puedo decir que el negocio va firme. Ya hemos tenido el contacto de compradores internacionales, eso significa que sí hay interés por las barritas a base de polvo de grillo y que estamos haciendo las cosas bien”, dijo el emprendedor.