Giacone dice que el bus quedó atrás
Éxito. Técnico y su hermano viven un gran momento a cargo del diriangén
José Giacone, junto a su hermano Diego, pueden darse el taco de decir que son los responsables de frenar al Real Estelí de Nicaragua, que en Costa Rica se hizo célebre en el 2023 tras eliminar al Saprissa en la Copa Centroamericana y llegar a la final de ese torneo ante Alajuelense.
Al famoso Tren del Norte le llovieron elogios desde Tiquicia, sin embargo, cuando se toparon al Diriagén de los Giacone en la final del torneo pinolero, estos ticos argentinos los hicieron parados y les quitaron el título nacional, impulso que hasta la fecha mantienen.
El rendimiento del Cacique es hoy por hoy algo más que destacado, de 21 puntos posibles en el nuevo torneo llevan 19 tras seis victorias y un empate, a seis del piropeado Estelí.
En entrevista con La Teja, los Giacone nos hablaron de su buen momento por allá.
“Hace ocho meses que estamos, tuvimos la alegría de lograr el título del Apertura del 2023, nos costó mucho de entrada la verdad, nos tocó jugar la Centroamericana, arrancar el torneo local sin conocer un poco de la cultura, a los jugadores en profundidad, de a poco nos acomodamos y cerramos muy bien.
“El grupo ya está más consolidado, entiende lo que nosotros le pedimos, nos conocemos mutuamente. Tenemos muy buena química a lo interno, realmente se nota un clima muy ameno para trabajar y adaptar una ideología de juego que es la que nos gusta a nosotros y la han interpretado bien”, explicó José Giacone.
Diriangén es el más goleador del fútbol nicaragüense con 17 goles en siete juegos y solo cuatro en contra, eso habla de un equipo equilibrado en ambas zonas, lejos de esa etiqueta que muchos le han querido colgar a José de ser “un técnico defensivo”.
“A mí se me ha prejuzgado desde que empecé en la UCR porque hacíamos planteos para mantener la categoría en primera división y después ya quedó esa etiqueta. Nosotros nos formamos en Saprissa con una mentalidad ofensiva a mil por mil. Hemos ido perfeccionándola y también adaptándonos a los equipos que nos ha tocado dirigir en cuanto a las características de los futbolistas.
“Lo que uno hace es hacer valoraciones de la realidad del equipo y con base en eso hacer planteos para sacar los resultados y las metas, eso es algo que el aficionado no maneja. Cuando estuvimos en Herediano hicimos un récord de más de 50 goles cuando fuimos campeones. Hay un sector de la prensa que nos cataloga de defensivos y eso es inexacto, siempre hay que buscar un equilibrio”, argumentó.
Diego afirma que cuando llegaron a Nicaragua al principio algunos les salieron con ese prejuicio, pero ellos entendían que iban para un equipo grande, donde la exigencia es ir al frente.
“Yo siento que sí se ha prejuzgado, acá cuando llegamos desconocían de eso, investigaron un poquito de lo que se decía en Costa Rica y dijeron que venía un cuerpo técnico ‘ultra defensivo’ y el problema es que como lo he dicho antes, repiten lo que dice uno y no se toman el tiempo para ver si hay una realidad en ese aspecto.
“A mí en lo personal me molesta esa persona, la gente repite mucho lo que dice el periodismo, eso nos sucedió acá, que veníamos a meter el bus y desde que estamos acá en ningún momento hemos hecho eso, porque tenemos que Diriangén es un equipo grande y que tiene que atacar. Más bien es un tema en el que tenemos que seguir machacando, porque sentimos que aún estamos en deuda con el gol”, añadió.
Los objetivos son claros, ir por el bicampeonato, dar un legado al fútbol de Nicaragua de cómo trabaja un cuerpo técnico profesional y hasta estar atentos a nuevas oportunidades que se abran.