EL PARAÍSO DE LAS AVES EN HONDURAS
Desde hace 16 años, Macaw Mountain Bird Park and Natural Reserve promueve la educación, conservación y protección de aves, en el Occidente de Honduras.
En la década de 1980, en las Islas de la Bahía, la estadounidense Mandy Wagner, inicia un proyecto innovador para cuidar a un poco más de 30 aves: Roatán Bird Park. En la década de 1990, lega su labor al también estadounidense Lloyd Davidson, reponsable de hacer crecer en el país la colección de guacamayas rojo escarlata y diferentes especies en Copán Ruinas –la ciudad del Mundo Maya de Honduras–, donde el turismo se ha integrado con la naturaleza, de manera sorprendente.
Visitar este parque dentro de un ecosistema bien preservado es amor a primera vista y una experiencia inolvidable. El comportamiento pacífico de las aves
seduce, al igual que sus colores impresionantes. Se posan en su cabeza, hombros o brazos, listas para una fotografía.
Esta reserva es un auténtico santuario natural, rodeado de árboles centenarios y adornado con las refrescantes aguas de la quebrada Cakaguatales, que permite desconectarse por completo de la rutina. En una caminata guiada es posible sumergirse en sus entrañas y aprender sobre más de 26 especies de animales vertebrados entre loros, guacamayas, tucanes, búhos, urracas, oropéndolas, ardillas, reptiles e insectos, que son vistos fácilmente en los senderos.
Se dice que en la antigüedad el recinto fue habitado por los Mayas. La montaña que se divisa en la parte superior del sendero natural fue nombrada por ellos como Montaña Guacamaya y es conocida localmente como Cerro Colorado. Otro dato interesante es que la Estela B dentro del Parque Arqueológico contiene jeroglíficos Mowitz, que tienen el mismo significado.
La mayor parte de los animales de la reserva han sido donados; otros son llevados por personas de buena voluntad que los encuentran heridos o acuden al centro para que les brinden los cuidados necesarios. El lugar se mantiene con contribuciones privadas y el pago que los turistas de todo el mundo hacen a su llegada –hay tarifas especiales para nacionales–.
Extranjeros de distintas partes del mundo visitan continuamente este refugio natural, principalmente de Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y hasta de Sudáfrica, atraídos tanto por la riqueza arquitectócnica de Copán Ruinas como por la seguridad de la ciudad y la amabilidad de su gente.
2017: AÑO DE EVOLUCIÓN
En palabras de Mr. Lloyd Davidson, 2017 será un año de importantes avances. "Hemos evolucionado en cuanto al cuidado de los pájaros, muchos de los cuales sirven para educar a nuestros visitantes y, desde el 2011, hemos liberado 40 guacamayas rojas, en el marco del programa de liberación de aves del Parque Arqueológico de Copán, que cuenta con el apoyo técnico de la Fundación Mundial de Loros (World Parrot Trust), el Instituto de Antropología e Historia, el Instituto de Conservación Forestal y la Asociación Copán. La comunidad ha sido muy receptiva y el programa se seguirá fortaleciendo, con el involucramiento de escuelas y colegios de la localidad", comenta. Producto de ese esfuerzo, esa especie vuela con libertad sobre las ruinas mayas, retomando su papel sagrado en la antigua civilización y mayor protagonismo como el Ave Nacional de Honduras.
La liberación de guacamayas se lleva a cabo en bosques nacionales protegidos, no en valles poblados, bajo un nuevo modelo de ecoturismo que puede ser replicado en otros países del mundo. Este año se van a liberar más grupos de esas aves alrededor de Copán pero fuera de las ruinas, en un área legalmente designada de 870 kilómetros cuadrados llamada El Valle Sagrado de la Guacamaya Roja. Allí no solo se protegerán las guacamayas sino que se transformarán en un símbolo para promover una serie de proyectos de conservación, orientados a la reforestación, la protección de las fuentes de agua y el control de la quema.
El Parque Arqueológico de Copán Ruinas es el segundo lugar en Honduras para el avistamiento de aves. La zona geográfica en que se ubica, su flora y fauna lo convierten en un hábitat ideal.