¿Por qué el impulso de la IA en China es preocupante?
LAS CORPORACIONES CONTROLADAS POR EL ESTADO ESTÁN DESARROLLANDO UNA PODEROSA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Las corporaciones controladas por el estado están desarrollando una poderosa inteligencia artificial
Imagínese el entorno perfecto para el desarrollo de Inteligencia Artificial (IA). Los ingredientes incluirían raudales de poder de procesamiento, cuantiosos informáticos, una afluencia de capital y abundantes datos para enseñarle a las máquinas a reconocer y responder a patrones. Dicho contexto podría parecer una acertada descripción de Estados Unidos, el actual líder en el campo, pero en algunos aspectos, este escenario es aún más puntual en China.
Rápidamente, el país está acrecentando su capacidad de computación en la nube. Los académicos chinos superan a sus contrapartes estadounidenses no solo en el volumen de investigaciones sobre IA, sino en calidad. Las solicitudes de patentes relacionadas con IA en China por poco se han triplicado entre 2010 y 2014, en comparación con los cinco años anteriores. Las empresas emergentes chinas están atrayendo miles de millones en capital de riesgo. Más que en cualquier otro país, China supera los 700 millones de usuarios de teléfonos inteligentes, quienes consumen servicios digitales, utilizan asistentes de voz, pagan por objetos/ servicios con tan solo un movimiento de sus teléfonos y, al mismo tiempo, generan grandes cantidades de datos. Eso les proporciona a las firmas locales como Alibaba, Baidu y Tencent, la oportunidad de crear los mejores sistemas de IA para todo, desde el reconocimiento facial hasta los bots de mensajería. El gobierno en Beijing está convencido de este potencial, tanto así que el 20 de julio ideó una estrategia de desarrollo diseñada para convertir a Chinaen el líder mundial de la IA en el 2030.
Un boom de IA, en el lugar más poblado del mundo, brinda una enorme promesa. Ningún otro país podría generar tanto volumen de datos para permitir a las máquinas aprender, por ejemplo, ciertos patrones indicativos de enfermedades raras. Paralelo a este avance, las nuevas tecnologías también tendrán que desarrollarse más rápidamente. Los servicios de reconocimiento de voz en China son más populares que en Occidente, debido a que es complicado escribir caracteres chinos. Por esa razón, deberán perfeccionarse más aceleradamente. Los
UN BOOM DE LA IA EN EL LUGAR MÁS POBLADO DEL MUNDO, BRINDA UNA ENORME
PROMESA.
sistemas para sincronizar los semáforos de forma automática, en respuesta a las imágenes de las cámaras de las carreteras, ya están en prueba. Según el McKinsey Global Institute, empresa consultora, la automatización promovida por la IA podría impulsar el crecimiento del PIB de China en más de un punto porcentual anual. No obstante, los planes en IA del país también son inquietantes. Una preocupación es que los beneficios de los avances chinos serán silenciados por el proteccionismo de los datos. Una ley de seguridad cibernética que entró en vigor en junio exige que las empresas extranjeras almacenen la información que recopilan de clientes chinos dentro de las fronteras del país y no pueden utilizar datos chinos para ofrecer servicios a terceros. No es difícil imaginarse las mismas restricciones para las empresas chinas. Lo complejo es que si los datos no pueden ser agrupados, los algoritmos que operan los automóviles autónomos y otros productos, por citar ejemplos, podrían no ser tan eficientes. Una segunda inquietud de importancia es la ética y la seguridad. En Estados Unidos, los gigantes tecnológicos de Silicon Valley se han comprometido a trabajar en conjunto para asegurarse de que cualquier herramienta que desarrollen de IA sea segura. Se enfocarán en técnicas como la "compartimentalización", en el que los agentes de IA son aislados de su entorno, de modo que cualquier comportamiento desviado no cause efectos desastrosos. Todos los principales investigadores de IA en Occidente son signatarios de una carta abierta del 2015 que llama a una prohibición de la creación de armas autónomas. Si algo ocurriera, el discurso chino equivalente acerca de los límites de la investigación ética de la IA no deja de ser aún más inextricable.
Las empresas chinas del campo sí tienen incentivos para considerar algunos de estos temas: la IA corrupta sería un problema para el planeta dondequiera que irrumpa. Por ejemplo, hay un caso de interés propio en la formulación de normas mundiales de seguridad. Sin embargo, una tercera consideración –que será utilizada principalmente para el beneficio del gobierno de China– es un problema menos tratable.
Inteligencia autocrática
El nuevo plan es explícito acerca del valor de la IA para el Estado. Contempla el uso de la tecnología en todo, desde misiles guiados hasta el control predictivo. Las técnicas de IA son perfectas para hallar patrones en enormes cantidades de datos que las censuras chinas deben manejar para mantener un dominio sobre la ciudadanía. Es fácil imaginar cómo los mismos datos podrían impulsar los planes incipientes del país para crear un sistema de "crédito social" que determine a las personas por su comportamiento. Estos algoritmos, una vez perfeccionados, podrían ser de interés para los regímenes autocráticos en todo el mundo.
Las empresas tecnológicas chinas no están en condiciones de impedir que el gobierno en Beijing aproveche dichas herramientas. Baidu, por ejemplo, ha sido nombrado para dirigir un laboratorio nacional para el aprendizaje profundo. La IA china reflejará la influencia del Estado. Mientras tanto, las empresas y los gobiernos occidentales no son ningunos ángeles cuando se trata de la recopilación de datos y espionaje. No obstante, están al menos involucradas en un debate abierto sobre las implicaciones éticas de la IA y, a la vez, las agencias de inteligencia están restringidas por las instituciones democráticas.
En el caso de China, ninguna de las dos medidas anteriores aplica. La IA es una tecnología con el potencial de cambiar la vida de miles de millones. Si China acaba teniendo una mayor influencia sobre su futuro, el Estado, y no los ciudadanos, podría ser el mayor beneficiario.
LOS ACADÉMICOS CHINOS SUPERAN A SUS CONTRAPARTES ESTADOUNIDENSES NO SOLO EN EL VOLUMEN DE INVESTIGACIONES SOBRE IA, SINO EN LA
CALIDAD.