Rompiendo el techo de cristal
LAS MUJERES AVANZAN HACIA LA IGUALDAD PERO AÚN TIENEN RETOS EN CUANTO A SALARIOS, POSIBILIDADES DE ASUMIR ROLES DE LIDERAZGO, ENTRE OTROS.
En la última década las mujeres han progresado y abierto más puertas como profesionales, estudiantes universitarias e incluso emprendedoras. Sin embargo, no pueden bajar los brazos, ya que les falta mucho camino por recorrer con el fin de alcanzar la igualdad con el género masculino.
Las mujeres enfrentan en la actualidad múltiples retos si quieren escalar posiciones en las compañías o formar sus propias empresas por ejemplo, siendo el principal la cultura masculina que hay arraigada en el mundo por igual.
“Para llegar a una igualdad falta más de 150 años, hemos avanzado, inclusive hoy en la región ya hay mujeres ocupando puestos de CEO en empresas, pero falta mucho por hacer. Encontramos que la brecha en Latinoamérica es de hasta el 70%”, expresa Tania Arita, Gerente para Centroamérica y el Caribe de ManpowerGroup.
Puntos pendientes
Investigaciones recientes muestran que los obstáculos más importantes que enfrentan las mujeres están relacionados con factores culturales como los estereotipos y roles de género asignados.
Por ejemplo, deben asumir la mayor cantidad de tareas domésticas y responsabilidades de cuido; en Latinoamérica el 75% de las mujeres rea-
lizan el trabajo doméstico no remunerado, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, publicados en el 2016.
Otros puntos de discordia están relacionados con las carreras profesionales que están cursando las mujeres, a su falta de autoconfianza, y a su preparación para asumir más puestos de liderazgo y mayor responsabilidad dentro de las organizaciones.
En la mayoría de las regiones hay más mujeres que hombres con licenciaturas y maestrías; de hecho las mujeres representan el 57% de los diplomas de maestría, señala la Organización Internacional del Trabajo en el estudio “La mujer en la gestión empresarial: Cobrando impulso en América Latina y el Caribe, 2017”
El gran problema radica en que el género femenino tiende a concentrarse en carreras administrativas y sociales, dejando de lado las relacionadas con matemáticas,
ciencia, ingenierías y tecnologías, que son las que mayor demanda laboral tiene en el mundo.
Ingresos dispares
Otro gran obstáculo es la desigualdad salarial que si bien ha bajado, aún se mantiene. A nivel mundial la diferencia entre hombres y mujeres es de un 23% y se tiene que hacer la salvedad de que la mayor desigualdad se evidencia en puestos de alto mando, según datos de la Organización de las Naciones Unidas.
Ahondando en América Latina y el Caribe, de acuerdo con el Informe mundial sobre salarios 2016/17 de la OIT, los seis países que tienen una menor disparidad salarial son Panamá, Guatemala, Ecuador, Costa Rica, Belice y la República Bolivariana de Venezuela, con menos del 10%.
En cambio, en Argentina, el Estado Plurinacional de Bolivia y Brasil, los hombres ganan más del 20% con respecto a lo que reciben las mujeres. Dichos resultados fueron en base a la información con la que disponía el organismo.
“Ante este panorama el futuro es retador, pero cada vez las empresas están implementando políticas, programas y acciones concretas para reducir la desigualdad en diferentes aspectos de la vida laboral como el reclutamiento, la compensación, el desarrollo profesional y la comunicación inclusiva, entre otros”, comenta Florely Quesada, encargada de los servicios de Gestión de Género en KPMG Costa Rica.
Cifras alentadoras
Las mujeres van avanzando y ese movimiento se mantendrá, de acuerdo con Mercer, una consultora mundial en las áreas de talento, salud, jubilación e inversiones. Un estudio realizado en 2016 por esa consultora pronosticó grandes avances para las mujeres en América Latina en los próximos años: para 2025 se espera que las mujeres ocupen casi la mitad de todos los cargos profesionales y directivos de la región.
Mientras que en 2015 las mujeres ocupaban el 17% de las posiciones ejecutivas, los pronósticos señalan que dicha proporción aumentará a un 44% en 2025 siguiendo las tasas actuales de contratación, ascenso y retención.