América Central: cuna de empresas familiares
EN LA REGIÓN SE APLICAN PRÁCTICAS PARA HACER SOSTENIBLES A ESTAS COMPAÑÍAS EN EL TIEMPO.
¿Qué tienen en común Grupo Pellas en Nicaragua, Cervecería Centro Americana en Guatemala y Grupo Poma en El Salvador? Que las tres son de origen familiar y ejemplo de cómo ese tipo de compañías crecen y perduran en la región.
América Central es una zona adecuada para abrir y mantener organizaciones de esa índole, que con el paso del tiempo cada vez están más abierta a escuchar y ejecutar prácticas para ser sostenibles.
Especialistas en el campo, afirman que en los seis países en su conjunto tienen una mayor apertura con respecto a otras regiones como el Caribe y Suramérica, pero aún deben mejorar, para estar en el nivel de Europa o naciones como Estados Unidos.
¿Cuáles son las políticas que practican? Son tres las principales y buscan impulsar el negocio y la armonía familiar.
Orden: Se procura que tengan una estructura interna muy clara; la columna vertebral es el gobierno corporativo, en donde la junta directiva, la asamblea de accionistas y la gerencia general, plantean directrices y prácticas adecuadas acorde con los objetivos empresariales.
Una relación clara familia-negocio: Determina cómo es el accionar de la familia en el negocio, quiénes trabajan directamente en la empresa, quiénes solamente aportan ideas y escuchan de los avances y planes del negocio; esto ayuda a perpetuar la compañía.
Liderazgo claro: Es fundamental, ya que determina quién es la persona que da las directrices máximas en la compañía. Esta práctica se implementa desde 10 o 15 años para acá, debido a problemas que han afectado incluso a empresas muy grandes a nivel mundial que cotizan en bolsas de valores.
Sin preferencias por país
No hay un dato exacto de la cantidad de compañías familiares que existen en la región, ni se puede determinar un país específico que acoja a la mayoría, ya que cada una de las naciones tiene características y condiciones económicas únicas.
En América Central hay empresas que superan la quinta generación familiar detrás del negocio, y la realidad de cada cual es muy diferente. Influyen hasta variables como la cultura del país en donde opera, el proceso de toma de decisiones internas y los orígenes del clan, entre otros.
“No es lo mismo hacer un protocolo o trabajar con una familia que sea de origen 100% costarricense a una que tenga influencia europea, judía o de medio oriente. La filosofía del empresario a la hora de concebir la empresa difiere mucho”, señala Kryssia Madrigal, socia de la consultora BAC & Asociados. La visión de los líderes en las compañías es otro elemento que marca la diferencia entre ellas, ya que mientras algunos han buscado diversificar el negocio e internacionalizarse, otros se han concentrado en un mismo campo.
“Usted no crece si no diversifica y si no innova constantemente; el riesgo es ir perdiendo participación de mercado. Esta es una variable que depende mucho más de quienes están a cargo del negocio, pero en una empresa uno siempre debe aspirar a crecer y ver cómo renovarse”, dice Madrigal.