Mayor riesgo digital
La seguridad digital ha cobrado importancia durante la pandemia y las empresas de la región están conscientes que no estaban preparadas para afrontar la situación que les ha tocado vivir. Cuando crearon sus sistemas tecnológicos vivían bajo un contexto totalmente diferente y asumieron que la mayoría de los empleados estaría dentro de su perímetro de defensa. Sin embargo, los modelos de control con la cuarentena cambiaron sustancialmente y hoy resulta urgente identificar si los activos de cada organización están en contacto con dichos dominios, ya que esto representa un riesgo más alto y de mucha vulnerabilidad.
“En muchos casos los empleados están usando dispositivos personales sin la protección suficiente y esto hace que sea más importante visualizar los compromisos en las redes. Al bajar la protección, detectar el ciberataque se vuelve mucho más importante y complejo para una organización”, expone Ricardo Villadiego, CEO y fundador de Lumu Technologies.
Este escenario ha aumentado los ataques cibernéticos, especialmente el phishing y los ataques de ingeniería social. “Si no se implementa y refuerza la seguridad de la información y la ciberseguridad, las empresas pueden sufrir pérdidas en disponibilidad, robo de identidad e información, destrucción y pérdida de datos, entre otros daños”, añade Pablo Barrera, especialista de la consultora Estrategia y Seguridad.
Para reforzar la estrategia de ciberseguridad, los expertos recomiendan primero pensar dónde están los activos de información valiosos; luego, evaluar si éstos se ubican en medios electrónicos para entonces implementar las políticas y controles necesarios, dependiendo del riesgo y las vulnerabilidades a las que estén expuestos. “Debe quedar claro que la ciberseguridad empresarial como la entendíamos cambió para siempre. Un plan de acción inmediato en las organizaciones debería priorizar modificaciones en la red y perfeccionar protocolos que permitan a los usuarios trabajar remotamente utilizando sus propios dispositivos”, destaca Villadiego.
resguardar a todos sus públicos. Las catalogadas como grandes y algunas medianas ya contaban con certificaciones y protocolos que les permitieron adaptarse más fácilmente a la situación, sin embargo, para las micro y pequeñas el reto ha sido mucho mayor.
“Las mipymes han requerido del apoyo de las cámaras empresariales, que han jugado un rol muy importante en la elaboración de guías y protocolos de salud y seguridad ocupacional, cuyo objetivo es que el regreso al trabajo sea posible, evitando los contagios”, afirma Claudia Barrios, directora ejecutiva de la Federación de Cámaras y Asociaciones Industriales de Centroamérica y República Dominicana (FECAICA). La proactividad y responsabilidad del sector privado se ha hecho evidente, aunque las condiciones mínimas que se deben cumplir están dictadas por las autoridades de cada país y son distintas en cada nación.
“En Nicaragua, por ejemplo, el gobierno ha promovido actividades masivas que buscan que las personas se contagien
EXISTEN UNAS 145 EMPRESAS DEL SECTOR TEXTIL COSTARRICENSE QUE MAQUILAN CUBREBOCAS, REVELA UN ESTUDIO DEL MINISTERIO DE ECONOMÍA, INDUSTRIA Y COMERCIO, DE
MAYO DEL 2020.