Un caso ejemplar
El archipiélago atlántico de Bahamas, con 104 contagiados y 11 muertos, ha logrado controlar la coyuntura y minimizar impactos. Oficialmente, está abierto al turismo internacional desde el 1º de julio, continuación de un plan de reapertura gradual que comenzó para los navegantes y la aviación privada el pasado 15 de junio.
A la llegada al país se exige a los viajeros la presentación de una prueba negativa al coronavirus y si bien no exigen cuarentena para el ingreso, quienes muestren síntomas de COVID-19 pueden ser transferidos a un área habilitada para realizar pruebas más precisas.
La aerolínea Southwest Airlines reanudó su vuelo desde Washington, mientras que JetBlue retomará el servicio diario entre Nueva York y Nassau, y Delta Air Lines, sus dos frecuencias desde Atlanta.
GUATEMALA ESPERA EL
SECTOR TURÍSTICO SE RECUPERE EN DOS AÑOS.
“Tenemos muchas empresas trabajando al mínimo para poder existir. Un 70% de los restaurantes y establecimientos de comida están cerrados y los rent-a-car tuvieron que darle un giro a su negocio, optando por meterse en el leasing de autos, por ejemplo. En general, el sector se ha tenido que reinventar para seguir adelante, en especial porque a diferencia de otros países del área no hemos recibido ninguna ayuda de parte del Gobierno”, sostiene Lucy Valenti, presidenta de la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua.
La líder apunta que la recuperación del sector puede tardar unos 5 años y que para Nicaragua es vital el turismo regional, por lo que espera que pronto se puedan abrir las fronteras. “Para nadie es un secreto que nuestra mayor fuente de ingresos proviene de quienes nos visitan de Centroamérica y estamos deseosos de hacer una estrategia conjunta que nos beneficie a todos”, argumenta. La pandemia también vino a darle otro puntillazo al turismo panameño, inmerso en dificultades desde el 2015, reflejadas en una caída promedio del 3% anual en la entrada de visitantes y baja ocupación hotelera, que en el primer trimestre de este 2020 fue de apenas un 39%. “Somos un sector que aporta cerca de US$4.000 millones del Producto Interior Bruto (PIB) y ahora uno de los más golpeados por la situación del COVID-19. Ya estamos registrando pérdidas por unos US$12 millones y en el ámbito hotelero hay alrededor de 60.000 contratos suspendidos, ya que desde marzo se vieron obligados a cerrar sus puertas. Es uno de los segmentos más afectados, si no el que más, junto con las agencias de viajes, los turoperadores y los organizadores de convenciones”, manifiesta Ernesto Orillac, presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Camtur).
El ente calcula que la recuperación tomará al menos dos años y que se necesitarán unos US$120 millones para empezar a organizar la reapertura.
Hoja de ruta
La estrategia de Costa Rica, que ha sido un cotizado destino internacional, contempla tres ejes claves: apertura de vuelos internacionales de manera gradual y segura, implementación de herramientas para aliviar los problemas financieros de las empresas del sector y propiciar acciones de reactivación económica. Esto siempre con los más altos estándares de seguridad sanitaria y en diálogo constante con las autoridades de salud.
“A corto plazo, queremos implementar un plan agresivo para brindar subsidios no reembolsables a las empresas turísticas para que paguen sus obligaciones más apremiantes. Además, estamos ideando una herramienta para que el ICT pueda crear un fondo de avales que dé a los bancos la certeza que necesitan para que accedan a dar créditos”, puntualiza Alberto López, gerente general del Instituto Costarricense de Turismo (ICT). Si bien el turismo nacional es el punto de partida para la reactivación, López fue enfático que este jamás podrá sustituir a lo que se percibe por el turismo internacional. “En promedio, el extranjero se hospeda 13 noches, gasta US$1.300 en el viaje y visita más de cinco zonas turísticas; mientras, el nacional se hospeda dos noches, visita solo una zona turística y el gasto ronda los US$100”, sentencia.
Para el especialista es alentador que varias compañías aéreas ya se han acercado para manifestar su deseo de volver a volar a Costa Rica y preparan una nueva campaña publicitaria que se lanzará a nivel internacional para cautivar a quienes estén dispuestos a retomar la aventura y el placer de viajar.
EDELWEISS, LUFTHANSA, IBERIA, AMERICAN AIRLINES Y JET BLUE SON ALGUNAS DE LAS AEROLÍNEAS
QUE MOSTRARON INTERÉS EN VOLAR A COSTA RICA APENAS ABRAN LAS FRONTERAS.