Excelencias Turísticas del caribe y las Américas
Ciego Montero y su promesa de verde sosiego
Los llamados Baños de Ciego Montero, que durante más de tres siglos han estado atrayendo a personas interesadas en sus aguas y manantiales, ideales para aliviar y curar padecimientos de todo tipo, y al mismo tiempo con propiedades que permiten su embotellamiento y consumo, terminaron ofreciéndole nombre al poblado cercano y más fama a la cabecera municipal que lo acoge, Palmira, con una curiosa historia vinculada a la industria azucarera y la religiosidad popular de origen afrocubano.
Situados a poco más de 20 km de la ciudad de Cienfuegos, en el centro-sur del país, aportan una promesa de verde sosiego, que bien puede combinarse con una visita posterior a esa urbe, devenida destino turístico por sus ascendencias de origen francés, su arquitectura que enamora y su estrecha relación con el mar.
En este balneario también le regalarán el bálsamo de la hospitalidad, junto a la garantía del acompañamiento por un equipo de especialistas médicos y técnicos que analizan a fondo cada caso y personalizan programas de tratamiento y rehabilitación en función de las necesidades concretas del paciente, o del viajero en busca de una propuesta que le haga salirse de la cotidianeidad agobiante de estos tiempos en que vivimos.
El centro termal tiene aguas mineromedicinales cloruradas, bicarbonatadas, sódicas y cálcicas, que están clasificadas como sulfuradas sílices, con contenido de bromo. Su temperatura ronda los 32-43 °C, con una mineralización total de 1.7-2.2 g/L. Se indican para terapéuticas que permitan hacer frente a dolencias como: artritis, artrosis, bursitis, secuelas quirúrgicas y de accidentes, soriasis, fibromialgia, polineuropatías, y parálisis cerebrales infantiles, entre otras.
PRINCIPALES SERVICIOS
En su interior, esta instalación brinda el acceso a 2 piscinas colectivas, 5 individuales y 2 dermatológicas. Incorpora además duchas termales y bañera de hidromasaje, locales de consulta médica y enfermería, así como servicios de medicina natural y tradicional: acupuntura, digitopuntura, moxa, calores infrarrojos, fangoterapia y masajes. También cuenta con un departamento de Fisioterapia y otro de Psicología.
El inmueble principal del balneario posee 25 confortables habitaciones que permiten el alojamiento de más de 50 personas. Las rodea un entorno natural de plena tranquilidad y relajación, en el que abundan los pinos y se siente la cercanía húmeda del río Anaya.