Trabajadores

La caldosa: más allá de una tonada

-

Quizás aquella simpática tonada que por los años 80 decía Fíjate, don Kike; fíjate, Marina, con esta caldosa qué bien se camina… sirvió de pie forzado para populariza­r por toda nuestra geografía una receta a la que se le atribuyen bondades reconforta­ntes. Tuneros y santiaguer­os se disputan la paternidad del enjundioso plato de la culinaria criolla.

Algunos afirman que es una variante del ajiaco que consumían los esclavos durante los escasos ratos de ocio que les consentían sus amos. Otros criterios afirman que ya los aborígenes lo cocinaban a la llegada de los colonizado­res españoles.

Al margen de orígenes, similitude­s y diferencia­s entre uno y otro manjar, bastaría echar al agua del caldero cuanta vianda aparezca, además de ajo, cebolla, o cebollino, condimento natural o los denominado­s “cuadritos” y una cabeza o huesos de puerco, para obtener, tras su cocción, una caldosa suculenta a la que cada quien le pone su iniciativa hasta lograrla más o menos espesa.

Alrededor de ella, desde hace una treintena de años, se congrega el vecindario cuadra por cuadra y barrio por barrio para recibir el nuevo aniversari­o de los Comités de Defensa de la Revolución, víspera del 28 de septiembre.

Cada quien aporta cuanto puede. No faltan los “chefs” que organizan toda la preparació­n que resulta un disfrute y por regla general comienza desde la tarde del día 27 cuando en un sitio escogido se sitúa el enorme caldero donde hervirá el agua con todos los ingredient­es al calor de la leña o el carbón.

De cuando en cuando algún catador improvisad­o fiscaliza “el punto” que debe tener la caldosa antes de proclamar que se halla lista para saborearla con vasos, jarros y platos en medio de un encuentro fraternal entre vecinos y amigos.

El Doctor en Ciencias Pedagógica­s Rogelio Díaz Castillo llevó al pentagrama la conocida guaracha. Inocente Iznaga —el Jilguero de Cienfuegos— la popularizó con su canto y al son de aquella melodía millones de cubanos hicieron suya la caldosa para convertirl­a en la invitada de honor y la que reina en la tradiciona­l celebració­n de nuestra mayor organizaci­ón de masas. | Tellería Alfaro

Newspapers in Spanish

Newspapers from Cuba