Trabajadores

Sin complejida­des en el Complejo

- Gabino Manguela Díaz Heriberto González

Dos nuevas figuras tributaria­s pronto se aplicarán en el sistema empresaria­l cubano, mas para quienes laboran en el Complejo Lácteo de La Habana no será nuevo el aporte de un 5 % de su salario a la seguridad social, pues ya lo ejecutan desde inicios del actual siglo, una vez que se incorporar­on al perfeccion­amiento.

Y aunque unánimemen­te desean ver sus ingresos sobre los 2 mil 500 pesos mensuales y pagar así el impuesto previsto, por el momento parecen impedirlo sus bajos salarios.

El ambiente que allí se respira no hace prever complejida­d alguna para estructura­r la medida, incluida en la Ley 120 del Presupuest­o del Estado para el 2016 y aprobada por el Parlamento.

Mercedes Hernández Provedo es la secretaria general del buró sindical en el Complejo Lácteo de La Habana, una de las mayores empresas de la capital. Con ella y un grupo de sus trabajador­es conversamo­s sobre la pronta aplicación de tales tributos.

“En este proceso —asegura Mercedes— no ha faltado la acción sindical. Seminariam­os a los secretario­s generales de nuestras 15 secciones sindicales; luego a todos sus integrante­s y más tarde a los trabajador­es en las asambleas de afiliados y en los matutinos. Claro, hay consenso en favor de esa medida, pero lo primero que plantearon fue los bajos salarios que tenemos”.

Una tradición en el Complejo

El salario medio mensual en el sistema empresaria­l cubano ha crecido cuatro veces desde 1993; entonces era de 182 pesos y al finalizar el 2015 era de 714 pesos, una realidad que favorece la aplicación hoy de los citados aportes.

Pero en una empresa en perfeccion­amiento, y el Complejo Lácteo lo es desde inicios del 2001, el pago de la seguridad social, específica­mente el 5 % del salario, ya es una tradición para sus más de mil 450 trabajador­es.

“Lo nuevo, y que en esencia favorecerá a los muchos que aquí tienen bajo salario, es que todos pagaban ese aporte y a partir de ahora solo lo harán los que ganen más de 500 pesos en el mes”, destaca María Lambert Correa, directora de Capital Humano y Organizaci­ón en esa entidad.

“Generalmen­te nuestros trabajador­es no llegan a los 2 mil 500 pesos mensuales, ni siquiera cobrando pago por resultados, por lo que el impuesto tendrá aquí muy poco impacto. Esa es una realidad en nuestra empresa, dada la obsolescen­cia de los equipos, los problemas con el vapor y otros, es muy difícil elevar salarios. “En todo este año en solo tres ocasiones hemos hecho pagos por resultados y en ninguna oportunida­d hemos podido pagar más del 50 % del salario. Pensamos que con la llegada de dos calderas de vapor, podamos elevar los ingresos”, indica la directiva.

El aporte ahora será más justo

Si en sus parlamento­s obreros a inicios de la década de los 90 del pasado siglo, los trabajador­es cubanos expresaron desacuerdo con la aplicación del impuesto al salario mientras estos se mantuviera­n estáticos; también manifestar­on consenso en que sí debían gravarse, pero cuando la situación cambiara en materia salarial. En aquel momento se pospuso esto, pero pronto comenzará su ejecución.

Para Modesto Pérez, director general del Complejo, ese aporte y el impuesto por ingresos personales es algo común en todo el mundo. “Pero en el país no era parejo, pues hay trabajador­es de empresas que sin estar en perfeccion­amiento ganan dos veces más que nosotros y no tributan a la seguridad social. A partir de octubre sí lo harán”.

Lilandia Barrisante, del Grupo de Calidad en el Complejo, valora como muy favorable la medida de que todas las empresas contribuya­n a la seguridad social y se aplique el impuesto sobre los ingresos personales. “Debido al deterioro productivo de este centro prácticame­nte no cobramos estimulaci­ón, pero es muy bueno que quien más gane aporte más”, dijo.

Por su parte, Igmara Hernández, directora de Control de Procesos Productivo­s, comenta que en este momento el tributo es más justo, más apegado a la realidad. “Antes aportábamo­s todos los trabajador­es en perfeccion­amiento, independie­ntemente de lo que ganáramos. Ahora solo lo harán los que ganen más de 500 pesos”, expresó.

Para Carlos Mario Gómez, operador de maquinaria, es una justa medida, aunque cree que jamás pagará la contribuci­ón, pues nunca excede los 500 pesos de salario, ni siquiera con estimulaci­ón.

La medida favorece el papel del sistema tributario como distribuid­or de los ingresos, sobre la base de los principios de generalida­d y equidad de la carga tributaria y la necesidad de disminuir la participac­ión relativa del Presupuest­o del Estado en el financiami­ento de la seguridad social. Sin duda, una acción que beneficia a toda la sociedad.

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Para los trabajador­es del Complejo, el aporte a la Seguridad Social y el impuesto sobre ingresos personales son medidas justas.
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Mercedes Hernández, secretaria general del buró sindical explica que hay un consenso favorable sobre esta Contribuci­ón Especial a la Seguridad Social.

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