Con el mismo salario
Las incongruencias en la aplicación de las escalas salariales es uno de los aspectos más tratados en las cartas recibidas en Buzón abierto, que esta vez se hace eco de la incógnita que sobre las categorías tienen los granmenses Alejandro Aguilar Aleaga, Esperanza Morales Cedeño y Anay Sosa Castillo, trabajadores del hospital Comandante Félix Lugones Ramírez, de Pilón.
Plantean que ese centro asistencial cambió de categoría a partir del año 2012 y desde entonces ocurrieron transformaciones en cuanto a plantilla y cargos ocupacionales.
Esos profesionales basan su inquietud en que si el hospital varió el nivel de actividad laboral, pues ahora es mayor, ¿por qué sus salarios siguen igual que antes?, una pregunta consultada en las Direcciones Municipal y Provincial de Salud Pública, de donde no han obtenido una contestación que convenza.
Los especialistas se preguntan: “Si este tipo de centro fue creado en todos los municipios del país, ¿cómo funcionan los demás, existe una normativa para todos o cada territorio decide esto?”
Por eso en su carta piden una respuesta convincente. | Roxana Medina Torres, estudiante de Periodismo Seguro de tener la razón e inconforme con la decisión administrativa en el otorgamiento de una plaza, nos escribe Gabriel Estévez Vargas, quien trabaja como fumigador en la finca Coraje de América, sita en Calabazar, en el capitalino municipio de Boyeros.
Por necesidades del centro y al poseer licencia de conducción, desde abril hasta agosto del año precedente lo emplearon como chofer de la brigada de fumigación, plaza vacante desde entonces, asegura.
Durante ese tiempo —puntualiza—, realizó las funciones inherentes a ese puesto, como cuidar el vehículo y la tarjeta de combustible, y transportar al personal.
Estévez Vargas dice que a finales de agosto, Ivia Villa Yagüe, jefa del grupo de la finca, perteneciente