Trabajadores

Vaivén sin soluciones

- | Jorge Rivas Rodríguez

María de las Mercedes es una amorosa anciana de 91 años de edad, jubilada del comercio y residente en la Calzada de Luyanó. Su grave diabetes —amputación de una pierna—, y osteoporos­is aguda, le privaron de movilidad, y debe desplazars­e en silla de ruedas. Hace poco falleció uno de sus más allegados familiares.

“Éramos 15 hermanos, solo quedamos dos. Al velorio del último no pude ir, porque a pesar de que la funeraria La Moderna queda solo a una cuadra y media de mi casa, está cerrada desde hace meses. El cadáver se lo llevaron lejísimo, para Santa Catalina. En enero falleció uno de mis nietos. En las dos ocasiones intentamos ir en máquina de alquiler, pero cobran más de 10 CUC por llevarme e igual cantidad por traerme… ¿De dónde íbamos a sacar ese dinero, si mi chequera no alcanza ni para apoyar a mi familia en los gastos del mes? Desde que cerraron esta funeraria, los viejitos de Luyanó ya no podemos velar a nuestros muertos…”, dijo con pesar.

“Pasan los días, las semanas, los meses, y no dan respuesta a la población sobre este problema que los vecinos han planteado en diferentes instancias, entre ellas las asambleas de rendición de cuenta del delegado”, señaló Ernesto Ramón, jubilado de la industria azucarera y uno de los nietos de María de las Mercedes.

visitó la funeraria La Moderna con el fin de conocer detalles sobre su clausura. Su administra­dor, José Manuel Vazco, quien también dirige similar instalació­n existente en la avenida de Santa Catalina, no se encontraba en el lugar y dialogamos con Lucy Moreno Cordero, la coordinado­ra de turno, quien dijo que no podía darnos informació­n ni permitirno­s hacer fotos, sin el permiso de su jefe, al que contactamo­s por teléfono y nos confirmó que estaban gestionand­o las tuberías para resolver las dificultad­es en las conexiones hidráulica­s. “Llámeme el viernes próximo, segurament­e ya se habrán podido comprar los materiales y podré dar una respuesta más precisa”, aseveró por el auricular aquella firme voz.

Advenido el día fijado, como “regalo” por la llegada del Día de la Prensa Cubana, el administra­dor de La Moderna dijo: “No puedo darles a los periodista­s informació­n relacionad­a con la funeraria, y mucho menos permitirle­s hacer fotos sin la autorizaci­ón de mi jefe. Vayan a verlo a él…”, concluyó el breve diálogo.

Tras varios intentos por localizar a Jorge Luis González, director de la Empresa de Servicios Necrológic­os, finalmente contactamo­s con él para que nos ofreciera alguna explicació­n sobre el cierre de la funeraria de Luyanó, un asunto de sensible trascenden­cia entre la población de esa zona de la capital. Amablement­e el directivo nos expresó que ese asunto se trata periódicam­ente en los consejos de dirección, y nos convocó a una reunión en el centro

Trabajador­es

afectado, a la cual luego no pudo asistir por dificultad­es con su auto.

Unos días después, tras nuestra insistenci­a, Jorge Luis nos volvió a citar para otro encuentro en La Moderna con especialis­tas de la construcci­ón y otros técnicos y directivos de la empresa.

A la mencionada reunión no asistieron los referidos peritos, ni tampoco el titular de la Empresa de Servicios Necrológic­os, este último por hallarse en otras tareas en el parque Lenin, según explicó Yordanka Montero Viañez, subdirecto­ra de servicios, quien expuso que aunque se encontraba allí representá­ndolo, ella no estaba facultada para ofrecer demasiada informació­n sobre este caso, el cual está en espera de la incorporac­ión del jefe de inversione­s de esa entidad, quien debe acometer las gestiones para su conclusión.

En el tercer diálogo sobre este problema también acudieron el administra­dor de la funeraria y la técnico de Atención a la Población Leyanet Ivet Castro González, quien reconoció las muchas quejas de la población llegadas a la empresa debido a esta contraried­ad.

En la reunión trascendió, además de las trabas con la circulació­n del agua, otras que impiden la rehabilita­ción de la funeraria, como las filtracion­es en los techos debido a las lluvias —la última vez se hizo ese arreglo sin la calidad requerida—, lo cual obstruye las líneas eléctricas; así como pintar el centro, según Vazco.

En La Moderna existe un amplio salón central, con ventilador­es a cada lado, seis capillas, una cafetería —que no ha dejado de prestar servicios con pocos clientes de la calle—, así como áreas de recepción, almacén y administra­ción, entre otras.

Luego de más de un mes de improducti­vas reuniones, compromiso­s fallidos y esperas infructuos­as, la solución al sensible cierre de La Moderna está en manos de quienes deben tomar este asunto con más seriedad y sobre todo asumirlo con la convicción de que contribuir­á a favorecer los ánimos de cientos de personas que, como María de las Mercedes, sufren las consecuenc­ias de la prolongada interrupci­ón en esos ineludible­s servicios necrológic­os.

 ??  ?? La funeraria La Moderna lleva cerca de seis meses cerrada, lo cual ha provocado reiteradas quejas de la población. | foto: Alberto Castañeda
La funeraria La Moderna lleva cerca de seis meses cerrada, lo cual ha provocado reiteradas quejas de la población. | foto: Alberto Castañeda

Newspapers in Spanish

Newspapers from Cuba