La oportunidad de un diálogo
Aquella mañana los trabajadores de la unidad empresarial de base Provincial Prado Fábrica de Galletas La Paloma, en Camagüey, detuvieron por una hora las máquinas; un rato antes los alumnos y profesores de la filial agramontina de la Universidad de las Artes habían detenido las clases. Un mismo objetivo guió ambas acciones: conversar con los candidatos a delegados a la Asamblea Provincial del Poder Popular y a diputados al Parlamento por el distrito Cándido González, en la cabecera provincial.
El interés inicial era dialogar sobre el proceso eleccionario, mostrar “en vivo y en directo” a los candidatos, pero el auditorio tenía además otras interrogantes, otras dudas, otros comentarios. Algunos, aprovechando la presencia de Salvador Pardo Cruz, ministro de Industrias y uno de los propuestos al Parlamento cubano por dicha zona, querían actualizarse sobre las inversiones en el país, sobre cómo marchaba la Zona Especial de Desarrollo Mariel, la cual, como dijera la profesora de danza folclórica Rosa María Rodríguez Argilagos, “será nuestra base industrial más importante”.
Pardo Cruz agradeció el interés por conocer la Cuba que se piensa, y explicó que “los problemas económicos que sufrimos son conocidos y se desean erradicar, por eso hoy nuestro mayor compromiso es trabajar para levantar la economía”.
En la centenaria Fábrica de Galletas, sede de uno de los colegios electorales de Camagüey, el intercambio guió a un esperado recorrido por las instalaciones para que el Ministro de Industrias palpara las invenciones que a diario hacen esos trabajadores para que las máquinas no detengan las producciones.