Topes: aprender y ganar
abrazos de Orientales y los dos éxitos y un revés de los comandados por Víctor Figueroa, sino en las pocas posibilidades técnicas o ensayos de jugadas que hemos visto por parte de ambas selecciones, contrario a los visitantes.
El toque de bola del segundo partido con Yunieski Larduet en el séptimo inning y dos corredores en base, la poca utilización del bateo y corrido, las ineficiencias defensivas por no anticiparse a las jugadas son apenas tres sombras que pudieran corregirse en los seis partidos que restan de martes a jueves.
Un intento por el trabajo monticular deseado: abridor-intermedio-cerrador es visible en las selecciones del patio y ojalá sea para siempre tal y como lo observamos en los contrarios aztecas, que dicho sea de paso, no son formaciones de gran ofensiva, pero tienen un pitcheo bien disciplinado y muy bajito, propio del béisbol profesional.
Es cierto que los visitantes poseen un objetivo diferente al nuestro en estos enfrentamientos, pero este tipo de roce con jugadores que algunos han pasado por Grandes Ligas, triple y doble A siempre es beneficio total para nosotros. Más rostros jóvenes nos hubieran gustado en las escuadras cubanas, como también menos desespero de los bateadores en el cajón de bateo, sin embargo, el tope está cumpliendo un objetivo supremo: seguir respirando béisbol cuando más falta nos hace.