Nuestro Girón de hoy será en la Cumbre de las Américas
Dispuestos a dar batalla para defender la dignidad y justeza del proyecto socialista y revolucionario cubano, partieron al amanecer de este domingo los delegados que representarán a la Mayor de las Antillas en la VIII Cumbre de las Américas que sesionará por estos días en Lima, Perú.
La variopinta comitiva está integrada por más de un centenar de personas que de alguna manera retratan la composición etárea y social del país.
Viajaron “armados” de teléfonos, tabletas y cuanta tecnología digital hallaron disponible para poder contar “su” versión de los momentos históricos que les tocarán vivir. Saben que les corresponde multiplicar la voz de nuestra sociedad civil, de sus jóvenes, empresarios y parlamentarios; así como del Gobierno de esta tierra indómita que se ganó a fuerza de prestigio y solidaridad el derecho a estar en estas citas a pesar de que el real propósito de ellas es “consolidar” aquel centenario proyecto de América para los (norte)americanos.
En los últimos años las fuerzas más retrógradas de la región han apuntalado espacios económicos y de Gobierno en naciones de gran influencia. Desde Estados Unidos se refuerzan posturas discriminatorias y prepotentes. El mundo sangra por la disputa imperialista de territorios estratégicos.
En ese contexto, mediado además por la exclusión de Venezuela de la VIII Cumbre, Cuba nadará a contracorriente, inspirada en victorias como aquella de 1961 que condujo a la declaratoria del carácter socialista de la Revolución: “Nuestro Girón de hoy será en Perú”, anunciaron a Trabajadores los representantes de la CTC y los sindicatos que integran la delegación. | Yimel Díaz Malmierca
La confrontación ideológica que viviremos por estos días en Lima, Perú, durante la VIII Cumbre de las Américas, tiene casi dos siglos. A lo largo de la historia se ha expresado de diferentes formas, pero su esencia es la misma: panamericanismo vs. latinoamericanismo; John Quincy Adams y James Monroe vs. Simón Bolívar y José Martí; América para los americanos vs. Nuestra América; Organización de Estados Americanos vs. pensamiento antimperialista; Alca vs. Alba; Cumbres de las Américas vs. Cumbres de los Pueblos y foros de Sao Paulo…
En ese contexto más de un centenar de cubanos irán a contar sus verdades, y al menos una decena representará al movimiento sindical en varios de los múltiples y dispersos espacios creados por los organizadores de esta VIII Cumbre.
Cuba, la esperanza más grande
Leonardo Quintero Matos, psiquiatra infantil, es miembro del Secretariado del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTS). Con tal responsabilidad llegó desde su Guantánamo natal hace algunos años a La Habana. En la capital mantiene una consulta mensual en un policlínico del Cotorro, donde ha atendido entre 70 y 80 casos, y a la par se hace cargo de problemáticas sindicales de su sector.
A la Cumbre voy como representante de los más de 91 mil trabajadores de la salud, expresó. Tal como definió el Guerrillero Heroico, Cuba sigue siendo hoy para el mundo su faro más alto, su esperanza más grande y su ejemplo más perfecto porque, entre muchas razones, y a pesar del bloqueo de Estados Unidos, hemos conseguido la tasa de mortalidad infantil más baja de la historia (4,0 por cada mil nacidos vivos). Ese resultado nos coloca en el primer lugar de América Latina y del Caribe, y entre los 20 primeros países del mundo. Además se han erradicado 9 enfermedades transmisibles y otras 9 ya no constituyen un problema de salud para la población. Todo eso ha sido gracias a la voluntad política de un país que ha diseñado un esquema de atención médica primaria, secundaria y terciaria, que va desde los sitios más intrincados hasta la capital.
En Perú hablaremos con orgullo del altruismo y la solidaridad cotidianos de Cuba a través de los más de 50 mil colaboradores que tenemos en 67 países; de la brigada Henry Reeve, preparada para responder a casos de catástrofes o epidemias; y de los miles de estudiantes, generalmente procedentes de familias o países sin recursos, que cumplen aquí su sueño de hacerse médicos con el propósito de devolver a sus pueblos la esencia del sistema cubano: dignificar al ser humano.
El Estado ampara el derecho al empleo
Marisol Fuentes Ferrer, jefa del Departamento de Educación y Propaganda de la CTC y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, ha viajado a Perú junto a otros representantes de la CTC, los sindicatos de la Salud, la Construcción, y la Educación, y de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir).
El mensaje de la CTC al Foro de la Sociedad Civil, donde estará insertada la mayor parte de nuestro equipo, afirmó Marisol, tiene que ver con trasladar la verdad y la realidad de la sociedad cubana. Allí hablaremos de los derechos de los trabajadores, que en el caso cubano han sido reconocidos y respaldados por el Estado.
En nuestro país la participación democrática se da en todos los procesos y decisiones que se adoptan, y las personas aportan voluntariamente a la construcción de una nación soberana, independiente, socialista, justa, próspera y sostenible. Los trabajadores son dueños de los medios fundamentales de producción, es la clase en el poder, y el Estado ampara el derecho al empleo, a estar incorporados a un colectivo laboral donde el sindicato los organiza, respalda, moviliza y vela porque se cumpla lo establecido, incluidas las garantías de seguridad.
El Gobierno y el pueblo cubanos no están enfrentados, pues el primero es el resultado de un proceso eleccionario que permite seleccionar desde los delegados a nivel de comunidad hasta los que integran el Parlamento.
Además, desde que un administrativo de una empresa es presentado ante el colectivo laboral, comienza a ser evaluado por todos y debe rendir cuenta ante las asambleas de afiliados.
La ley de empleo o Código de Trabajo vigente fue sujeto a un amplio debate democrático, en su contenido y forma de reglamentar. Establece a los órganos de justicia laboral como el
primer eslabón de legalidad ante el cual pueden acudir los trabajadores para expresar cualquier desacuerdo o inconformidad.
No se puede decir que nosotros estamos exentos de casos de corrupción, pero estos se denuncian y evalúan, en primer lugar, en los colectivos laborales. La CTC, de conjunto con los sindicatos, ha estado instrumentando un grupo de acciones para prevenir los delitos y la indisciplina.
Nuestra expectativa es poder trasladarle al mundo la verdad de la sociedad civil cubana y del desarrollo alcanzado a pesar de las limitaciones económicas, cuyo principal obstáculo sigue siendo el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.
El sindicato cubano tiene voz y voto
Ismael Drullet Pérez es miembro del Secretariado Nacional de la CTC. Desde hace unos meses tiene a su cargo las relaciones internacionales de la organización. Antes dirigió el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte, experiencia donde validó su concepto de libertad sindical:
La Constitución cubana, el Código de Trabajo y nuestros Estatutos establecen los derechos de los trabajadores a formar sindicatos, dónde se forman, cómo funcionan. Una sección sindical debe ser creada en un colectivo laboral, no es posible fuera de ese entorno. Algunos mercenarios, enemigos de la Revolución, pretenden llamarse sindicatos y actúan en cualquier lugar, menos en los centros de trabajo.
¿Qué mayor prueba de libertad sindical que una asamblea de afiliados donde todos los trabajadores tienen derecho a participar, cuestionar…? Además, el secretario general de cualquier estructura sindical es invitado a los consejos de dirección, donde tiene voz y voto. ¿Qué mayor reconocimiento a los sindicatos que el hecho de incluir en el Parlamento a 19 de nuestros dirigentes sindicales y que el Secretario General de la CTC sea miembro del Consejo de Estado y del Buró Político, e invitado permanente al Consejo de Ministros? El movimiento sindical está donde se toman las decisiones más importantes del país, nuestra voz tiene un valor incuestionable.
Sin la Revolución perderíamos todo
Para Misael Rodríguez Llanes, miembro del Secretariado Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción, representar nuevamente a la sociedad civil cubana en una Cumbre de las Américas —estuvo en la cita que tuvo lugar tres años atrás en Panamá— es “un alto honor” debido al momento en que viven hoy los movimientos progresistas de la región.
En este evento se han vinculado dos temas: gobernabilidad y corrupción, comentó. Resulta complejo hablar de eso específicamente en Perú, donde los constructores, por ejemplo, han sido víctimas de la corrupción por parte de las transnacionales.
Muchos me preguntan qué hacen los empleados cubanos en casos como esos. Desde que un trabajador llega a un colectivo laboral está participando en el enfrentamiento al delito por su condición de dueño de los niveles y los medios de producción. Las auditorías que se realizan en los centros de trabajo deben ser previamente informadas al colectivo, así como los resultados y el plan de acción que se deriva de estos. Además, existen los sitios web del Tribunal Supremo y la Fiscalía, General donde cualquiera puede hacer una denuncia.
En nuestro país estamos viviendo, y participando, de la actualización del modelo económico, pero está claro que no haremos modificaciones en el orden político, eso lo ratificamos en el VII Congreso del Partido y también ahora, en el contexto del proceso orgánico al XXI Congreso de la CTC. Sabemos que sin la Revolución lo perderíamos todo.