Ideas para todos los tiempos
Con los pies en la tierra y la mirada en el cielo
En conversación con Tirso Sáenz, vicedirector de refinación del Ministerio de Industrias, el Che le hizo un grupo de preguntas operativas sobre la actividad que atendía, las cuales fueron respondidas correctamente. A continuación quiso saber cuáles eran sus ideas sobre la estrategia de desarrollo de las refinerías, a lo cual Tirso tuvo que responderle que no había ni siquiera pensado en ello. Entonces el Che le dijo: Que los problemas presentes no te impidan pensar en el futuro, si no, los pasos que estás dando ahora no te llevarán a ninguna parte. Un dirigente tiene que estar con los pies en la tierra pero con la mirada en el cielo. Hace falta que me busques un profesor de contabilidad. Le buscamos a uno de los mejores especialistas y se puso a estudiar por las noches hasta que llegó a dominar la materia. Después aprendió Costo Estándar, una asignatura densa y difícil, y por último se dedicó a las matemáticas, de modo que un día el maestro le dijo: Mira Che, no puedo enseñarte más, porque ya aprendiste todo lo que sé. Fue entonces que el Che retó a su profesor, el ya desaparecido Salvador Vilaseca, a estudiar juntos investigación de operaciones. Al final, era un terror examinando los estados financieros de las empresas.
La calidad, respeto al pueblo
“Habíamos hablado de calidad como un sentido de respeto al público, de respeto al pueblo y esto también debe aplicarse a la calidad, no solo en su terminación, sino también en el surtido, es decir, todas las formas de servir al pueblo de la mejor forma posible”.