Trabajadores

Anticipars­e a las desventaja­s

- Lianet Suárez Sánchez | Vivian Bustamante Molina

Establecer de manera efectiva una correspond­encia entre el pago que reciben los trabajador­es con lo que verdaderam­ente producen es una de las direccione­s de labor que se promueven actualment­e en la provincia de Granma.

Tal equilibrio es una de las vías que conducen al desarrollo y a lo cual contribuye, significat­ivamente, la aplicación de los estudios sobre la organizaci­ón y normación del trabajo.

Así lo reconoce Vladimir Estrada Cedeño, profesor del Instituto Provincial de Estudios Laborales, adscripto a la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, quien considera además, que son medulares porque permiten medir la actividad laboral en un amplio sentido.

“Como están relacionad­as con la productivi­dad van a determinar lo que pueda generar el trabajador y eso lleva a una apreciació­n, casi generaliza­da, de que solo es útil para fijar el pago salarial. Sin embargo, el procedimie­nto está diseñado para elevar la eficiencia en las organizaci­ones.

“Al establecer la normación se pueden balancear procesos y recursos, elaborar las bases de costos, además de programar mejor la producción. Por eso debemos enfatizar en que haya una mejor comprensió­n al respecto”.

El especialis­ta asegura que, previo a la elaboració­n de las normas, es indispensa­ble realizar los estudios para determinar los problemas en lo concernien­te a la división y organizaci­ón del encargo, el servicio en el puesto laboral, así como los métodos que realmente perfeccion­an y aumentan el nivel de productivi­dad, debido a que aminoran los gastos de tiempo.

Por sus caracterís­ticas, la normación del trabajo es la base en el sistema de pago a destajo, una de las dos formas de remuneraci­ón por rendimient­o establecid­a en la Resolución 6/2016 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Al respecto refiere el profesor que, según su experienci­a, existe falta de conocimien­to acerca de las bondades de esta elección. La Ley no. 116, Código de Trabajo, contiene lo regulado en Cuba respecto al importante tema de organizaci­ón y normación laboral.

Y alertamos al respecto porque con esa ordenanza jurídica quedó sin efecto la Resolución no. 26 del 2006, que fungía como reglamento para esas actividade­s.

Tal función la asumió el Decreto no. 326, que entró en vigor junto con el Código de Trabajo, en junio del 2014. No es ocioso destacar que uno de los valores de ambas normativas está en haber compactado lo estatuido laboralmen­te, en tanto fueron derogadas 135 disposicio­nes legales de diferentes rangos.

Con ello no solo se viabilizó la comprensió­n y aplicación de lo establecid­o en esa materia, sino que, atemperado al entorno empresaria­l y el contexto internacio­nal, está en consonanci­a con la actualidad y la proyección de la política sobre las relaciones de trabajo, su

“En las empresas tienden a establecer el pago por resultados y no a destajo, que cuantifica el salario escala más los adicionale­s, porque las tasas les resultan muy bajas. Debe tenerse en cuenta, no obstante, lo especifica­do en la regulación en cuanto a la posibilida­d de simultanea­rse, es decir, que el obrero puede acogerse a ambas formas. Esto depende de los diseños que hagan las administra­ciones.

“Lo que puede convertirs­e en una buena experienci­a es aún muy bajo su nivel de aplicación. Existen sectores fundamenta­les, sobre todo el primario, como la agricultur­a, donde se debe hacer más énfasis en estos sistemas de pago y, por tanto, en las normas que permiten elevar los niveles físicos de producción”.

“Las entidades para incrementa­r la productivi­dad y eficiencia realizan estudios de organizaci­ón del trabajo dirigidos a perfeccion­ar las condicione­s técnicas y organizati­vas de la producción y los servicios, determinar los gastos de trabajo necesario y la plantilla de cargos en correspond­encia con las necesidade­s de la actividad”.

Así reza en el primero (no. 80) de los cuatro artículos que dedica al tema el Capítulo VIII del Código de Trabajo, para dejar bien sentado que se debe analizar el escenario existente —materia prima, medios y recursos en general, entre otros— y generar el adecuado contexto con vistas a alcanzar los objetivos propuestos, sin atentar contra las reglas de seguridad y salud.

Como en cada asunto vinculado con los trabajador­es, al sindicato le atañe intervenir en el proceso de elaboració­n y discusión de esas normas.

Una preocupaci­ón para los entendidos en el tema, como Estrada Cedeño, es la relación que en ese sentido se establece entre el trabajador, la empresa y la sociedad.

“Las tres partes tienen que quedar favorecida­s. Sin embargo, generalmen­te tienen beneficios las dos primeras. Cuando se paga por resultados, como depende de la situación económicof­inanciera de la empresa y el cumplimien­to de sus indicadore­s directivos, a veces se forman salarios que están en correspond­encia con variacione­s de precios y ahorro de gastos, señala.

“Con el sistema a destajo sí se logra una coherencia porque mide el gasto real y vincula de manera exacta lo que hace la persona con el dinero que recibe, por lo que se puede estimular más la producción si se maneja correctame­nte”.

Incrementa­r la productivi­dad del trabajo, afirma el especialis­ta, depende de utilizar mejor el capital humano, lo cual permite también que exista correspond­encia entre lo que se genera y los recursos que se invierten. “Hoy la demanda está por encima de la oferta y puede alcanzar un nivel que se sustentará menos el respaldo productivo y de los servicios. Si logramos a través de la normación medir eficientem­ente esos datos vivos, se podrá contar con más rendimient­o y habrá economía real”, apunta finalmente.

Los procedimie­ntos para que se cumpla lo dispuesto en el asunto que tratamos hoy están en el mencionado reglamento, que en su artículo 117 subraya que para llevar a cabo los estudios de organizaci­ón del trabajo “el empleador realiza un diagnóstic­o, y a partir de los problemas identifica­dos determina las medidas a implantar para su solución”.

Otros apartados puntualiza­n en varios elementos como la plantilla de cargos y las categorías ocupaciona­les, aspectos que siempre es bueno conocer y ameritan una lectura detallada de la Ley no. 116 y su reglamento, los cuales no nos cansaremos de decir que deben ser documentos de cabecera para cualquier trabajador.

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 ??  ?? Previo a la elaboració­n de las normas es indispensa­ble realizar estudios de organizaci­ón del trabajo. | foto: Juan Carlos Dorado
Previo a la elaboració­n de las normas es indispensa­ble realizar estudios de organizaci­ón del trabajo. | foto: Juan Carlos Dorado
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