El pueblo mexicano apuesta por mejoras
Al cierre de esta edición se realizaba el conteo de los votos de los comicios de México, según informaron autoridades del Instituto Nacional Electoral. La jornada transcurrió con aparente tranquilidad, sin embargo, los electores desde el inicio de la jornada denunciaron demora en la apertura de los lugares para votar, falta de papeletas y obstáculos para emitir sus votos. ¡Queremos votar!, reclamaban casi a la hora de cerrar.
Luego de una campaña considerada violenta en la historia mexicana, marcada por los asesinatos de 130 políticos, incluidos decenas de candidatos, el robo de miles de boletas, así como la compra de votos y coacciones; casi 90 millones de mexicanos fueron convocados para elegir a su presidente, senadores y diputados federales.
Las encuestas daban como favorito al progresista Andrés Manuel López Obrador, al frente de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PESPT). Le seguían el candidato derechista Ricardo Anaya, de la coalición Por México al Frente (PAN-PRD-MC), y José Antonio Meade, representante de la agrupación Todos por México (PVEM-NA y el gobernante Partido Revolucionario Institucional).
Durante el mandato de Enrique Peña Nieto, creció la violencia y el crimen organizado, deja el saliente gobernante 44 periodistas asesinados y sin esclarecer más de 35 mil casos de personas desaparecidas, entre ellas los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
El nuevo presidente asumirá un país que no obstante sus riquezas naturales, tiene la mitad de la población viviendo por debajo de la línea de pobreza, unos 53,3 millones, de ellos 11,5 en extrema miseria. Señalan investigadores que el 70 % del ingreso nacional se va a las ganancias de las empresas e inversionistas. Tendrá igualmente el nuevo dignatario que enfrentar las políticas migratorias y económicas de su vecino Donald Trump, quien ha ofendido a los mexicanos.
Según López Obrador, de ganar establecerá un programa de cambios en servicios sociales como salud y educación, asimismo revisará las políticas de liberalización económica, en especial las de los hidrocarburos. | GCL
Buenos Aires.— Como en un mercado medieval, junto a las vías de San Miguel en los suburbios de la capital, los argentinos buscan a gritos canjear comida por ropa y otros bienes básicos. Arroz, harina y azúcar son algunos de los productos que cada vez se intercambian más, no se requiere dinero para las transacciones, empujados por una pobreza que puede crecer varios puntos este año. Según la Universidad Católica Argentina, la miseria alcanzará a más del 30 % de la población. Sindicatos textiles y del calzado advirtieron que miles de puestos de trabajo de la industria se ven amenazados. Un 20 % de los trabajadores del país viven de ocupaciones informales. | Reuters Sindicatos defienden el agua
San Salvador.— La movilización social persiste contra el intento de privatizar los recursos hídricos. Los sindicatos llegaron a las inmediaciones de la Asamblea Legislativa para defender el derecho a la gestión pública del vital líquido. Los manifestantes exigen la aprobación del anteproyecto de Ley General de Aguas, presentado por los movimientos sociales. El derechista partido Arena jura que no privatizará el preciado líquido, pero en la práctica cederá su administración a la Asociación Nacional de la Empresa Privada y la propia formación oligárquica se beneficiará. Los manifestantes advirtieron que proseguirán su lucha. | PL