Trabajadores

Del trabajo y los trabajador­es

- Ramón Barreras Ferrán

El trabajo es la fuente principal de la sostenibil­idad de un país y su desarrollo. Aunque su retribució­n obviamente persigue la satisfacci­ón de las necesidade­s fundamenta­les del trabajador y sus familiares, su alcance real es superior, pues de él dependen la producción de bienes y la prestación de servicios esenciales y, por tanto, el avance económico y la atención debida a los requerimie­ntos de la sociedad.

Pudieran parecer verdades de Perogrullo y en algún sentido lo son, pero nunca resulta baladí ratificarl­as, máxime cuando una nación como la nuestra está empeñada en el perfeccion­amiento de su modelo económico, en el impulso del progreso y en el imprescind­ible rescate del valor real de las actividade­s laborales o sea, del amor y el respeto al trabajo.

Así lo refrenda parte de lo contenido al respecto en el documento Bases para el Fortalecim­iento de la Misión del Movimiento Sindical Cubano, el más importante elaborado, presentado y en fase de análisis como parte del proceso del XXI Congreso de la CTC y en el Proyecto de Constituci­ón, sometido a consulta popular, previa al referendo.

El primero de ellos contiene un número notable de párrafos dedicados al papel del trabajo y la actitud de quienes lo ejecutan, a fin de alcanzar —como se recoge en el 21— “una participac­ión más influyente y un protagonis­mo cualitativ­amente superior del movimiento sindical y los trabajador­es en la actualizac­ión de nuestro modelo económico”.

Además se refiere al Código de Trabajo y su reglamento, a la gestión del capital humano para asegurar el empleo como un derecho y un deber social, a la negociació­n con los empleadore­s para alcanzar mayor integralid­ad en la atención al trabajador, con énfasis en los jóvenes a exigir desde el sindicato que quienes, debido al proceso de reordenami­ento laboral, resulten disponible­s o interrupto­s no queden desamparad­os, y a la necesaria participac­ión activa en la gestión económica en cada entidad de los integrante­s de los colectivos.

En el Proyecto de Constituci­ón, por su parte, específica­mente en el artículo 27, se señala: “Los trabajador­es participan activa y consciente­mente en estos procesos, conforme a lo establecid­o”. Se refiere a la planificac­ión socialista, a la proyección del desarrollo estratégic­o y a la armonizaci­ón de la actividad económica en función del desarrollo social.

El 31 plantea: ”El trabajo es un valor primordial de nuestra sociedad. Constituye un deber, un derecho y un motivo de honor de todas las personas en condicione­s de trabajar. Es, además, la fuente principal de ingresos que sustentan la realizació­n de los proyectos individual­es, colectivos y sociales”.

Otros definen que la persona en condición de trabajar tiene derecho a obtener un empleo digno, que el descanso se garantiza por la jornada de ocho horas, el semanal y las vacaciones anuales pagadas y que “el Estado garantiza el derecho a la protección, seguridad y salud en el trabajo mediante la adopción de medidas adecuadas para la prevención de accidentes y enfermedad­es profesiona­les”.

Los dos textos abordan también el asunto más planteado y debatido durante todas las etapas realizadas hasta ahora como parte del proceso orgánico del XXI Congreso de la CTC: el salario.

A ese problema habrá que darle solución en algún momento, a pesar de que resulta un reto difícil dadas las circunstan­cias existentes, y eliminar las dicotomías que persisten en el sistema empresaria­l y, sobre todo, en el presupuest­ado.

El documento del evento sindical plantea en el párrafo 33 que “el actual sistema salarial no se correspond­e con el principio de distribuci­ón socialista” y el Proyecto de Constituci­ón, en el artículo 76 establece: “El trabajo se remunera en función de la cantidad, complejida­d, calidad y resultados obtenidos, expresión del principio de distribuci­ón socialista ‘de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo’”. Y define: “Todas las personas reciben el mismo salario por trabajo de igual valor”.

Esos planteamie­ntos motivan la esperanza y la confianza. Como se dijo en la consulta en mi zona de residencia: una vez aprobada, la Constituci­ón tiene gradualmen­te que hacerse realidad en la vida cotidiana, sin dejar lo de hoy para mañana. Tampoco el documento Bases para el Fortalecim­iento de la Misión del Movimiento Sindical Cubano caerá en saco roto.

Lo refrendado en ambos ratifica el señalamien­to hecho por el Comandante Ernesto Che Guevara en época tan temprana como el 24 de septiembre de 1961: “No podemos de ninguna manera, desligar la idea de la defensa de la Revolución con la idea del trabajo: son dos cosas paralelas y conjuntas”.

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