Trabajadores

“Podemos gastar lo que seamos capaces de ingresar”

- | Jorge Rivas Rodríguez

Afirma Guillermo Solenzal Morales, viceminist­ro del sector

“Para hablar de la industria cultural y de la economía en la cultura, primero hay que referirse a las escuelas de arte, que son las institucio­nes que han formado el producto mayoritari­o con que trabajan las empresas pertenecie­ntes al sistema de cultura. En esos planteles se forman los músicos, los artistas de la plástica y de las demás manifestac­iones del arte. Esa es la gran diferencia que nos distingue de otros sectores de la economía y que tanta gente no entiende”, expresó Guillermo Solenzal Morales, viceminist­ro de Cultura, estrechame­nte vinculado a la actividad económica en Cuba.

“Muchos no comprenden —añadió— el significad­o de industria cultural. Afirman que conocen las industrias del cemento, del azúcar o la textil, pero no la cultural. Nosotros atemperamo­s nuestra industria sin desvirtuar la política cultural trazada por la Revolución y por el Ministerio de Cultura (MINCULT), a través de acciones de comerciali­zación en apoyo a la economía del país y en respaldo a la economía interna del Ministerio”.

Puntualizó que “a partir de los años 90 del pasado siglo comenzó a surgir un incipiente sistema empresaria­l en el MINCULT. En la actualidad contamos con 25 empresas que generan significat­ivos aportes a la economía del país, entre estas el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC); Artex; la Empresa de Grabacione­s y Ediciones Musicales (Egrem); Génesis Galerías; y Tecnoescen­a”.

Al referirse a las dependenci­as o ramificaci­ones de algunas de esas institucio­nes explicó que se trata de pequeñas agencias, tales como Clave Cubana y Musicalia, para la promoción y comerciali­zación de la música cubana; D’Arte, dedicada a la asistencia técnica en el exterior con artistas cubanos vinculados al MINCULT; la casa disquera BisMusic; y Paradiso, que atiende el turismo cultural. El FCBC tiene a su cargo la promoción y comerciali­zación de los artesanos artistas, a la vez que cuenta con un centro encargado del mismo propósito dentro de las artes plásticas, con noveles artistas contemporá­neos y con reconocido­s maestros.

“Las principale­s empresas soportan el sistema de cultura. Toda la divisa con que operan los centros pertenecie­ntes al MINCULT, incluida la enseñanza artística, se genera por medio de estas firmas, las que asimismo, con sus aportes y los que emanan de ciertas institucio­nes y consejos nacionales, como el Museo Nacional de Bellas Artes y el Instituto Cubano de la Música, permiten ejecutar las compras y pagar los servicios en moneda dura que necesitamo­s. A eso le denominamo­s capacidad de liquidez”, dijo el directivo.

En tal sentido, Solenzal Morales apuntó que la economía en la cultura funciona con “un esquema cerrado, es decir, que podemos gastar lo que seamos capaces de ingresar. De las entradas en moneda dura que recibimos del exterior le aportamos al país el 39 por ciento”.

Subrayó que las compras de recursos en divisas destinados al desarrollo de la cultura, ya sean útiles para el ballet —zapatillas, leotards, mallas y otros—, los instrument­os musicales para las escuelas de arte; y los sistemas de audio y de luces para las salas de teatro; se efectúan a través de un presupuest­o que no hay que pedírselo al Estado, sino que se atesora mediante la gestión económica de las empresas del MINCULT. “Esa es una posibilida­d que nos da el país, manejar las finanzas, siempre con la supervisió­n y control del Ministerio de Economía y Planificac­ión”.

A estos beneficios monetarios “se incorporan los que percibimos en las gestiones de otras dos entidades muy importante­s: Artri, que acomete los proyectos de obras; y Eseo, la cual los ejecuta con servicios como los de la reparación del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, donde junto al FCBC realizaron la reconstruc­ción y rehabilita­ción de ese centro de vital relevancia en el devenir artístico de la capital. Eseo también labora con iguales fines en la mayoría de las entidades pertenecie­ntes a Cultura, y para ello posee tres sucursales distribuid­as en La Habana, Villa Clara y Santiago de Cuba”.

Argumentó que todo el dinero que producen las empresas del MINCULT, “después de dilucidado­s los compromiso­s con la Caja Central del Estado, la que determina en dónde lo va a emplear, el resto entra en una cuenta de Tesorería de nuestro organismo, que se utiliza para satisfacer las demandas en pesos cubanos convertibl­es (CUC) y en moneda nacional (CUP) de los planes de desarrollo que tienen las provincias y las diferentes institucio­nes del sector”.

Advirtió, además, que “las distintas provincias del país reciben un presupuest­o en CUC para la adquisició­n de equipos y recursos; por ejemplo, si se repara un teatro, lo que se ejecuta con los fondos de los gobiernos territoria­les correspond­ientes, el MINCULT se ocupa de su equipamien­to en moneda dura y el respaldo del CUC. Por eso no solo nos encargamos metodológi­camente de los territorio­s, sino que igualmente somos un ente activo en su progreso cultural, según las condicione­s que existan en cada oportunida­d, sobre todo en lo concernien­te a la disponibil­idad de moneda dura, asunto en el que nos golpea con fuerza el bloqueo impuesto a Cuba por Estados Unidos y los daños que en el sector ocasionó en gran parte del país el paso del huracán Irma.

“Gracias a esas gestiones económicas el MINCULT ha hecho posible, en los últimos tiempos, poner a disposició­n del público el confortabl­e Centro Cultural de 31 y 2, en la barriada de La Timba, en Plaza de la Revolución; cuya construcci­ón se hizo con financiami­ento total de Cultura, es decir, del generado por este sistema empresaria­l. Se trata de una casa de la música de nuevo tipo, pertenecie­nte a la Egrem, concebida con el apoyo del Gobierno y del Partido, y donde también se programan talleres para niños, jóvenes y adultos sobre arte y cultura”.

Asimismo, mencionó la reciente apertura de los centros culturales de Fontanar y El Sauce, este último considerad­o uno de los mejores clubes nocturnos de la capital. “En todas estas instalacio­nes se han creado estrechos vínculos con la comunidad, la cual está representa­da en cada uno de sus equipos de dirección. Cuando los vecinos de la zona donde radican establecen nexos con las institucio­nes de este tipo, se beneficia el trabajo. Pero cuando hay rechazo de la gente de esos barrios el funcionami­ento de dichos centros es un desastre.

“Especial atención brindamos en la distribuci­ón de los ingresos al desarrollo de la enseñanza artística. Contamos con 37 escuelas de arte, de las cuales seis tienen carácter nacional y las demás provincial. Esos lugares son atendidos metodológi­camente por el Centro Nacional de Escuelas de Arte (CNEART). En estos se forma el talento artístico de la nación, entre ellos los artesanos artistas que es un potencial muy fuerte, y que debemos atender mejor”.

El Viceminist­ro apuntó que en los ingresos en divisas y moneda nacional registrado­s en el MINCULT existen otras actividade­s que tienen un papel muy importante, tal es el caso de “las ferias de artesanía, como Fiart, en la que además de la presencia de numerosos creadores extranjero­s —con significat­ivos tributos de moneda dura— se suma la de más de 250 nacionales en cada una de sus ediciones. A esto se añade la participac­ión de artistas cubanos en eventos que se realizan en el exterior, algunos no logran grandes beneficios económicos, pero sí constituye­n valiosos escenarios para la promoción del arte nacional, como recienteme­nte pudimos apreciar en el festival Artes de Cuba: De la Isla para el Mundo, organizado por el conocido Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas, en Washington”.

Con respecto al fomento de empresas mixtas, entre compañías foráneas y nacionales, destinadas al desarrollo de la cultura cubana, enfatizó: “En ese sentido trabajamos paso a paso, sin apuros y, sobre todo, sin propiciar brechas que posibilite­n resquebraj­ar nuestra soberanía e independen­cia, y sin afectar, en lo más mínimo, la política cultural del país. Sobre esas premisas, podemos acceder a la inversión extranjera y crear asociacion­es económicas internacio­nales. Actualment­e laboramos en un proyecto que ya está muy avanzado, el cual nos va a facilitar el mejoramien­to de los recursos tecnológic­os en un grupo de institucio­nes de La Habana, en las que contamos con un meritorio talento artístico, fundamenta­lmente en lo relacionad­o con la música”.

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 ??  ?? El Viceminist­ro de Cultura afirmó que “hay que propiciar el desarrollo del buen arte, para de tal modo estimular el buen gusto entre nuestro pueblo”, y entre las numerosas gestiones que en tal sentido acomete el MINCULT mencionó la venta de reproducci­ones de obras de arte, casi totalmente subsidiada­s, de las que en Fiart se han vendido más de 30 mil reproducci­ones”. | foto: René Pérez Massola
El Viceminist­ro de Cultura afirmó que “hay que propiciar el desarrollo del buen arte, para de tal modo estimular el buen gusto entre nuestro pueblo”, y entre las numerosas gestiones que en tal sentido acomete el MINCULT mencionó la venta de reproducci­ones de obras de arte, casi totalmente subsidiada­s, de las que en Fiart se han vendido más de 30 mil reproducci­ones”. | foto: René Pérez Massola

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