Brasil, guerra a muerte por la presidencia
El gigante suramericano posee un liderazgo mundial que rebasa su enorme extensión geográfica y riqueza natural. Lo que allí sucede en materia económica, política y cultural repercute en otras regiones del mundo, particularmente en Latinoamérica.
Como acontece desde 1955, el presidente de esa gran nación abrirá las sesiones de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas, cuya 73 edición comienza mañana en Nueva York. Su discurso siempre es el primero, seguido por el del mandatario de Estados Unidos.
Tal tradición es parte del reconocimiento del mundo a la grandeza de Brasil. Allí se han escuchado las voces de todos los presidentes, incluidos Lula da Silva, Dilma Rousseff, el usurpador Michel Temer. En el 2019 también comparecerá quien finalmente gane en los venideros comicios.
De acuerdo con el calendario electoral brasileño, la primera vuelta tendrá lugar el 7 de octubre. Si ninguno de los postulados superara el 50 % de los votos, habrá balotaje entre los dos más votados.
Los contendientes, según el orden reportado por las encuestas, son:
• Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), 63 años. Lleva casi 28 en la Cámara de Diputados. A lo largo de su vida ha transitado por seis partidos (PDC, PP, PTB, PFL, PSC y PSL). Perteneció al ejército, en el que alcanzó el grado de capitán.
• Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), 55 años. Intelectual prestigioso, fue ministro de Educación durante los Gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff, y también Intendente de la Ciudad de San Pablo, donde su gestión en materia de desarrollo de la infraestructura fue catalogada de “inspiradora”.
• Ciro Gomes, del Partido Laborista Democrático (PDT). Exalcalde de Fortaleza (1988) y exgobernador de Ceará (1990). Disputará la presidencia por tercera vez, ahora por el PDT. En las otras dos disputas estaba afiliado al PPS (1998 y 2002).
• Marina Silva, de Red Sustentabilidad (RED), 60 años y va por tercera vez a la contienda.
• Geraldo Alckmin, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), pelea por segunda ocasión. Perdió en segunda vuelta frente a Lula en el 2006.
• Juan Dionisio Amoedo, del Partido Nuevo (PN), 56 años. Estudió Ingeniería Civil y Administración de Empresas. En el 2011 fundó el partido que ahora le secunda en su candidatura.
• Guillermo Boulos, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) y uno de los fundadores del frente Pueblo sin miedos, 35 años. Compite en alianza con el PCB. Es el candidato más joven de la historia brasileña en disputar la presidencia.
• Cabo Daciolo, de Patriota, diputado, 42 años. Disputará por primera vez un cargo ejecutivo. Este partido fue el que inicialmente presentó a Jair Bolsonaro para la carrera presidencial.
• Álvaro Dias, de Podemos, 73 años. Aspira por primera vez desde esta agrupación política, pero es la sexta a la que se vincula a lo largo de su vida (PMDB, PP, PSDB, PDT, PV y Podemos).
• José María Eymael, del Partido Demócrata Cristiano (PDC). Es abogado, con especialización en Derecho Tributario.
• João Goulart Filho, del Partido Patria Libre (PPL). Hijo del expresidente João Goulart, disputará el cargo por primera vez.
• Vera Lúcia, del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU). Entre sus propuestas de campaña está la reducción de la jornada de trabajo sin disminución de salario.
• Henrique Meirelles, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), 72 años. Vinculado al mundo de las finanzas, asumió el Ministerio de Hacienda en la gestión de Michel Temer y este año se afilió al MDB para disputar la presidencia.
Según estudiosos la lucha será apretada debido a la incertidumbre y escepticismo que ha generado la crisis política reciente, la cual arrebató la presidencia a Dilma Rousseff, y colocó innumerables traspiés jurídicos al favorito por excelencia: Lula.
No obstante, muchos se atreven a señalar a Bolsonaro y a Haddad como los principales contendientes. El primero permanece hospitalizado luego de un atentado durante un mitin de campaña, pero asegura estar listo para regresar en el momento indicado. La prensa le ha llamado “el Trump brasileño” debido a sus comentarios retrógrados, homofóbicos y machistas.
Al segundo, en cambio, le precede la fama de hombre instruido y visionario. La Avenida Paulista aún preserva los espacios dedicados a la cultura que fomentara durante su intendencia en la ciudad. “Mi voz es la voz de Haddad”, expresó Lula cuando lo presentó como su heredero. Solo falta que los votantes escuchen.