Diario Libre (Republica Dominicana)
Hasta cuándo
Uno de los tópicos mencionados con frecuencia se refiere a la posibilidad de que el país pueda continuar en su trayectoria económica actual
En las conversaciones informales que surgen en los encuentros de amigos, sobre todo si hay empresarios o economistas presentes, uno de los tópicos mencionados con frecuencia se refiere a la posibilidad de que el país pueda continuar en su trayectoria económica actual, sin encontrarse con una pared infranqueable o un profundo abismo. Ocupan lugares destacados, a ese respecto, inquietudes acerca de la viabilidad de seguir tomando dinero prestado para sustentar los gastos públicos, la alarmante depredación que está ocurriendo en nuestros recursos forestales, las desigualdades que estimulan los actos delictivos, la perspectiva de aumento en el precio del petróleo, el alza de las tasas de interés en el mercado financiero internacional, el rezago del sector industrial, el efecto de las plantas a carbón sobre el subsidio a la electricidad, el déficit comercial externo y otros temas similares.
Afortunadamente en esos ambientes, a veces amenizados por ritmos caribeños y en los que se disfruta del suministro de bebidas de naturaleza etílica, el tiempo de atención a esos temas económicos disminuye drásticamente a medida que la fiesta avanza. Otros asuntos, menos preocupantes, ocupan el lugar de los tópicos más serios, dejando atrás dichas interrogantes.
Ellas quedan atrás, pero quedan también sin respuestas definitivas. Parte de la incertidumbre proviene de que el esquema económico vigente ha probado tener una notable capacidad de subsistencia, ya que su inminente colapso ha sido anticipado en varias ocasiones sin que se haya materializado aún. Es posible explicar lo que sucedió, atribuyéndolo a la disposición de invertir en nuestros bonos soberanos, los ahorros en la factura petrolera, la venta a extranjeros de empresas dominicanas, el crecimiento del turismo, o el retraso en los efectos de los daños ecológicos. Es posible que el esquema deje de ser viable, pero es más difícil predecir hasta cuándo durará.