No más mentiras

Queremos que los funcionarios públicos dejen de mentirnos. El pueblo necesita que esos funcionarios velen por los intereses de la colectividad y no por sus intereses particulares.

El hecho de que un funcionario diga la verdad sobre las dificultades que afronta la institución que dirige, no significa que el pueblo lo va a culpar. Lejos de pretender poner una nebulosa sobre el conocimiento de los ciudadanos, nos están fortaleciendo para que arrecie la lucha por políticas públicas claras, cumplimiento de la ley, sometimiento a los corruptos, eliminación de la impunidad y adecentamiento de las instituciones públicas.

Director General de la Policía: ¿que el nivel de delincuencia se está reduciendo? ¡Mentira! Director del Sistema Nacional de Salud: ¿que la situación de salud de las parturientas y sus hijos está bajo control? ¡Mentira! Senadora: ¿que la corrupción es algo común y corriente? ¡Mentira! Director de AMET: ¿Que con la Operación Águila, se van a resolver los problemas en los elevados? ¡Mentira! Y en cuanto al Ministro de Educación, su trabajo es valorado por muchos, pero mientras no se eliminen de la nómina las botellas y los familiares y allegados de funcionarios, siempre será una mentira que su gestión es transparente.

El artículo 147 de nuestra Constitución nos confiere el derecho a servicios públicos de calidad destinados a satisfacer las necesidades de interés colectivo. En este sentido, exigimos que se detenga el despilfarro en nóminas abultadas, en obras donde la mala administración puede dañar proyectos como lo es el relleno sanitario en El Naranjo, distrito municipal San Luis.

¡Ya no más mentiras! ¡Exigimos respeto y apego a la verdad!