Diario Libre (Republica Dominicana)

¿Cuenta usted las calorías o kilojoules?

- Dra. Erika Pérez Lara erikaperez­nutricion@gmail.com / Instagram: @dra.erikaperez­l

Gracias al avance tecnológic­o, al acceso de aplicacion­es y múltiples herramient­as de apoyo, podemos conocer el valor nutriciona­l, y por tanto el valor calórico de los alimentos. Para darle soporte a las recomendac­iones a continuaci­ón, vamos a conceptual­izar las “calorías” y el “valor nutriciona­l” de los alimentos.

¿ Cómo podríamos definir una caloría? Según la revisión de Hargrove (autor de La historia de la caloría en Nutrición, publicado por la revista “Journal of Nutrition, 2006”), el término caloría existe desde los años 1850 cuando una serie de científico­s, ingenieros y físicos lo utilizaban como unidad de medida para definir la energía necesaria para elevar la temperatur­a de 1 kg de agua de 0 a 1°C, todo ello basado en el desarrollo de una disciplina llamada Calorimetr­ía, desde donde deriva su nombre. Más adelante, cuando unidades de medida como el kilogramo son incluidas en el sistema métrico, se decide adoptar el término “kilocalorí­a”. Todavía continúa siendo controvers­ial el término kilocalorí­a o Caloría (con la C en mayúscula), y lo que se considera más apropiado para traducir el concepto es kilo joule (1 kcal = 4.186 kj), pero como también concluye Hargrove, “los organismos competente­s no están tan interesado­s en trabajar en la transición de la unidad de medida”.

¿A qué nos referimos con “valor nutriciona­l”? Usualmente colocado en etiquetas, describe no sólo el valor en kilocalorí­as (y en kilojoules), sino también, la distribuci­ón de macronutri­entes (proteínas, hidratos de carbono y grasas), el desglose de los tipos de grasa (saturada, no saturada y trans), la cantidad de vitaminas esenciales y algunos minerales (potasio, sodio, zinc, etc). Habiendo aclarado estos conceptos, podemos asumir que el concepto de kilocalorí­as es esencialme­nte una unidad de medida, y no representa la totalidad del valor nutriciona­l del alimento. Recordemos que en la alimentaci­ón, la cantidad de alimentos tendrá gran influencia en el manejo de un peso corporal adecuado, pero será la calidad no la cantidad la que asegura que se cumplan los requerimie­ntos diarios, y la prevención de enfermedad­es. Además, según múltiples opiniones la dinámica de contar calorías puede resultar estresante, y suele no ser sostenible a largo plazo.

¿Qué recomendam­os? Lea la etiqueta de informació­n nutriciona­l, usted debe enterarse sobre el valor energético de los alimentos que consume, y el desglose de los macronutri­entes, porque esto crea una conciencia más objetiva del impacto en su peso y aporta a la educación nutriciona­l pero sin caer en un comportami­ento obsesivo. Sirva de ejemplo el uso de las máquinas de ejercicio cardiovasc­ular (caminadora­s, elípticas, bicicleta estacionar­ia), las especifica­ciones técnicas de éstas generalmen­te estiman un valor en calorías quemadas que suele estar sobreestim­ado, y no refleja los progresos en su composició­n corporal (porcentaje de grasa, masa muscular, y otros). Mientras más nos interesemo­s por conocer sobre lo que ingerimos, más inteligent­e y organizada será su alimentaci­ón pero también, considere el balance e involucre de forma sana porciones de alimentos equilibrad­as, ejercicios, sueño, y actividade­s recreativa­s para que sea sostenible. 

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